La ciencia es uno de los grandes motores del mundo, de nuestra civilización. Científicas y científicos día a día luchan por el progreso desde sus trincheras, descubriendo. Aunque por mucho tiempo se vivió con el erróneo argumento de que las ciencias eran para los hombres, son ahora miles de mujeres quienes demuestran con su talento, inteligencia e investigación que el mundo científico es para toda aquella persona que ve en él su pasión y corazón.
En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, te presentamos a cuatro chihuahuenses científicas con sed de ir mucho más allá, de romper paradigmas obsoletos.
¡Conócelas aquí!
DRA. LAILA NAYZEEL MUÑOZ CASTELLANOS
Ella tiene una licenciatura en Químico Bacteriólogo Parasitólogo, una maestría en Ciencias en Parasitología Agrícola y un doctorado en Ciencia y Tecnología Ambiental. Actualmente es catedrática investigadora en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
La doctora cuenta que el primer año de secundaria tuvo la oportunidad de conocer a una maravillosa persona, la maestra de Biología Luz Hayashi, quien se convirtiera en inspiración para ser microbióloga. A través de ella descubrió los fascinantes e invisibles mundos de las bacterias y los hongos, aquel que habita siempre a nuestro alrededor pero que en pocas ocasiones notamos su presencia.
La doctora Muñoz Castellanos menciona que ha afrontado una gran cantidad de retos, pero que han sido dos los que definieron la actual etapa de su vida:
El primero de ellos se dio al inicio de su vida profesional: “trabajé en el área agrícola; en la empresa donde laboraba era la única mujer que salía a campo con varios hombres; durante años tuve que realizar el triple de esfuerzo y trabajo, para poder ser tomada en serio por el gremio frutícola. Después la vida personal con la llegada de los hijos, me hizo replantear mis prioridades, así que ya casada estudié la maestría y tuve al primer hijo: durante el doctorado tuve al segundo… este segundo reto era prepararme más para poder ofrecerles una mejor calidad de vida”.
La doctora dice que la mujer cada vez va escalando más en las esferas o en los ámbitos que antes eran reservados y, por supuesto, controlados por hombres: “considero que estamos viviendo un momento crucial en el que la mujer no solo pone su inteligencia y trabajo en la ciencia, sino también el corazón. Es bajo el porcentaje de mujeres investigadoras a nivel nacional, pero veo con alegría que cada vez hay más jóvenes involucradas en la ciencia, la han adoptado y adaptado, de tal manera que el papel de la mujer será crucial en el avance de la ciencia”, como sería el caso de Katalin Karikó, madre de la vacuna contra el COVID-19.
La Dra. Muñoz Castellanos invita a las niñas y jóvenes a que nunca dejen de preguntarse el porqué de las cosas, a nunca quedarse con dudas y a que no pierdan esa capacidad de asombrarse de los detalles que a simple vista parecen sencillos en el día a día. También les aconseja “que no se dejen intimidar por frases como: las ciencias son para hombres, las mujeres no pueden con las Matemáticas, etc., que sigan su instinto y luchen hasta lograrlo. El camino es difícil pero no imposible, necesitamos más científicas en el mundo.”
ING. ANA VICTORIA GUTIÉRREZ REYES
Gracias a la beca Líderes del Mañana, es egresada del Tec de Monterrey campus Chihuahua donde estudió Ingeniería en Biotecnología (IBT) con concentración en Biología Molecular. Ella es cofundadora de Community Lab Alliance, un híbrido de laboratorio y makerspace que brinda desde 2018 productos diversos y servicios enfocados en ciencia, tecnología y educación STEAM.
La ingeniera comenta que su amor por la ciencia llegó desde que ella era pequeña cuando jugaba a hacer experimentos y a descubrir el mundo a través de su microscopio de juguete; sin embargo, fue hasta que llegó al bachillerato cuando conoció y se enamoró de la Biotecnología, desde entonces tiene el sueño de curar enfermedades y ayudar al medioambiente.
El mayor reto que ve dentro de su ámbito es hacer que el proceso de investigación sea mucho más accesible para comunicar la ciencia en un lenguaje más sencillo y práctico para todos.
Para la Ing. Gutiérrez Reyes, siempre se han involucrado las mujeres en la ciencia, “vivimos en una época donde estamos siendo mejor comprendidas y visibilizadas; esto ayuda a que cada vez seamos más mujeres ingenieras, investigadoras, inventoras y emprendedoras en STEAM. Con esto los proyectos de alto impacto no solo se ‘nutren’ de una perspectiva femenina, sino que pueden ser dirigidos, fundados y operados por mujeres; ese es el empoderamiento que buscamos”.
Ella aconseja a las niñas que ser mujer, contar con menos recursos económicos o presentar algún tipo de discapacidad no son cuestiones de desventaja: “una mala actitud sí lo es. Muchas mujeres se dedican a la ciencia e ingenierías para ‘probar que son tan buenas como los hombres’ y después desertan porque no era su vocación ¡No lo hagan! ¡No tienen nada que probar a nadie! Tampoco se vale perder su esencia para ‘encajar’ en ambientes donde predomina el género masculino o dejarse llevar por lo que otros les cuentan de la ciencia, no hay dos caminos iguales. ¡Busquen al que Dios les llamó!”
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ING. ITZEEL CÓRDOVA MARTÍN DEL CAMPO e ING. LARISSA URIBE MARIONI
Ambas son egresadas de la carrera de Ingeniería en Biotecnología del Tec de Monterrey campus Chihuahua y tienen una Startup llamada DIAGTECH. A través de esta empresa emergente, junto a su equipo están desarrollando actualmente un dispositivo médico con el cual buscan la detección temprana de infecciones para de esta forma reducir la mortalidad de pacientes que en general tienen un diagnóstico tardío.
Son además asesoras médicas en el área de la cirugía urológica por medio de la venta y renta de equipo especializado. Por si esto fuera poco, son maestras en Prepa Tec dando clases de Biología y Salud, y fueron parte del programa ‘NOVA life science’ de la incubadora de empresas del Parque Tecnológico Orión, donde se impulsaba el desarrollo del emprendimiento en áreas de las ciencias. En la actualidad la Ing. Uribe Marioni es asesora en distintos proyectos de este programa, mientras que la Ing. Córdova Martín del Campo es Project Manager del mismo programa.
La ingeniera Larissa comenta que desde niña notó que todos en su familia de una otra forma pertenecían al sector de la Salud: “mi mamá es doctora y mi papá endodoncista, y desde ese momento me empezó a gustar dicha área; además, siempre me ha apasionado la ayuda al prójimo, por lo que la carrera de Biotecnología llamó mi atención, ya que el poder combinar la ingeniería para desarrollar nuevos productos en el área médica, con el objetivo de mejorar la vida de los demás, es algo que me llena por completo”.
En el caso de la ingeniera Itzeel, desde chica había mostrado interés por la ciencia, siendo Biología y Salud sus asignaturas preferidas en la escuela: “cuando descubrí la carrera de Biotecnología me di cuenta de que tenía un poco de todo lo que me gustaba y me emocionaba el saber que en un futuro podría mejorar la calidad de vida de las personas por medio de mi trabajo”.
Para ellas, uno de sus grandes retos ha sido la implementación de la cultura de la prevención, pues han tenido productos de alta tecnología y de vanguardia con los que es posible prevenir muchas enfermedades; sin embargo, hasta el momento gran parte de la sociedad no está acostumbrada a su uso. A esto hay que sumarle que casi no hay apoyos para el desarrollo de nuevos proyectos. Afortunadamente han ideado estrategias para seguir dando pasos adelante con su empresa.
En opinión de las ingenieras con respecto al papel de la mujer dentro de la ciencia y cuál sería el futuro que les depara, ellas no dudan en responder que “la mujer ya está desempeñando un papel sumamente importante en la actualidad, no tenemos que esperarnos a pensar en el futuro. Existen investigadoras como Katalin Karikó, la creadora de la vacuna de ARN contra la enfermedad del COVID-19, que llevaba años bajo la sombra de muchos, trabajando en silencio, pero en el momento más crítico por el que hemos pasado, ha llegado a brindar un producto que tiene un impacto sumamente benéfico en nuestra sociedad. Las mujeres tenemos todas las herramientas para ser agentes de cambio en el mundo”.
Las científicas quisieran darle el mensaje a las niñas en general y, sobre todo en las interesadas en la ciencia, que dejen de lado los estereotipos: “si en su corazón resuenan las ganas de cambiar el mundo a través de la ciencia, lo hagan, den el paso y habrá muchas otras mujeres, como nosotras, que las impulsaremos para que logren su objetivo. Si se llegan a presentar situaciones desfavorables por ser mujeres, no se queden calladas, alcen la voz y sigan adelante. El camino no es fácil, pero que la persistencia y el trabajo arduo generan recompensas a su debido tiempo. El intelecto femenino es admirable”.