Luis Soto: ciencia de Chihuahua hasta Finlandia

Fue por ahí de 2011 cuando la ciudad de Chihuahua fue cubierta por una helada, de esas que no se olvidan en años por los estragos ocasionados: tuberías reventadas, agua del escusado congelada, “estalactitas” de hielo dignas de la reina Elsa de Frozen, fuentes y piscinas convertidas en mini pistas de patinaje, accidentes por derrape en calles y carreteras, y filas interminables para conseguir gas, por no contar otros incidentes más trágicos. En aquellos días, sin exagerar, la ciudad se encontró a aproximadamente -17 grados centígrados. Fue nuestro propio día después de mañana. Sin embargo, esto se debió a que al no estar acostumbrados a esos niveles en el termómetro, la ciudad no se encontraba preparada. En cambio, en muchos países, sobre todo los que están más al norte, esto suele ser habitual cada temporada de invierno. Por poner un ejemplo, mientras escribo esto, la capital del estado se encuentra a 20 grados (afuera, porque seguro dentro de las casas se ha de estar a 15 o 10) y a la vez la capital de Finlandia, Helsinki, se encuentra a -16 grados. ¡Vaya!

A pesar de que su temperatura es meramente proporcional a la que sufrimos hace ya más de 10 años, su vida transcurre con normalidad cuando en comparación, nosotros en ese entonces nos amontonábamos frente al calentón. 

Y el recuerdo de esta anécdota llega más que nada por lo que vamos a tratar en las siguientes líneas:

Luis Ángel Soto Salcido pasó de vivir en el extremoso clima de Chihuahua al más extremo frío de Finlandia, y es hoy nuestro Chihuahuense Referente por mostrar y desarrollar su talento académico e investigativo a más de 9 mil kilómetros de distancia de nosotros, en el norte de Europa. 

De niño, cuando las botellas de plástico se llenaban de piedras para jugar al “bote volado”, Luis crecía en una calle Egipto que era más arroyo que calle compartiendo este juego infantil con sus otros hobbies: el fútbol (del que era muy maleta), el karate y la natación (actividad que descontinuó con su llegada a Finlandia pero que ya empieza a retomar). 

A pesar de vivir en el norte de la ciudad (que hoy en día no es tan “norte” debido al crecimiento de mancha urbana), estudió en el CBTis 122, el cual se localiza en el sur de la ciudad (o lo que en ese entonces se podría catalogar como “sur”). Aunque no era muy bueno en la prepa, de la que estuvieron a punto de correrlo, acepta que le dio las herramientas para sobrevivir y sacar adelante la licenciatura en Ingeniería Química en la Universidad Autónoma de Chihuahua. Tras titularse, empezó su maestría en la Universidad Politécnica de Poznan en Polonia con el apoyo familiar, para luego regresar a la UACH a hacer un doctorado en Ciencias. Este grado de estudio le pedía realizar una estancia en otra universidad, por lo que de inmediato empezó a ver varias opciones en el extranjero, siendo la Universidad Politécnica de Lappeenranta la principal en mostrar interés en su investigación: el desarrollo de membranas filtradoras de agua. Durante la licenciatura se enfocó en sensores poliméricos para detectar fugas de agua, mientras que en la maestría su tesis iba de nanomateriales y compósitos (materiales formados por más de un componente). 

En el doctorado ya se encontraba realizando, junto a su directora de tesis, la Dra. Luly Ballinas, las investigaciones sobre las membranas que servían para filtrar agua y separarla de sustancias sólidas que podrían ser perjudiciales para la salud del ser humano o para apartarla de ciertos compuestos, sales incluidas. Estas membranas, que funcionan como filtros de café a nivel micro y nanométrico, están realizadas a base de bagazo del agave del tequila de donde se obtiene celulosa, y de ahí el acetato de celulosa (un compuesto químico).

Él empezó su estancia en la universidad finlandesa por seis meses, para luego ser invitado a quedarse otros seis. Posteriormente le otorgaron un contrato de un año y medio. Actualmente el que tiene es por cuatro años. “El doctorado fue el que me abrió las puertas en este caso de llegar acá a una universidad y que fuera para mí más fácil obtener mi residencia”, comenta. De igual forma asegura que una maestría también abre las puertas alrededor del mundo, pero al ser un estudio enfocado a algo muy específico, no sería en cualquier universidad.

Luis divide su tiempo entre dos ciudades: “vivo en Helsinki una semana y trabajo en Lappeenranta. Trabajo una semana desde casa y otra semana en la universidad”

Finlandia es un país nórdico donde los días son muy cortos en invierno (si es que los hay) y las noches muy cortas en verano (si es que las hay). El finlandés o finés, como el español, es uno de los idiomas más difíciles de aprender en el mundo, y de cierta forma no resultaría tan práctico pues apenas hay más de 5 millones de hablantes, y con el sueco es el idioma oficial de Finlandia. Sin embargo, aunque no es oficial, el inglés suele ser el segundo idioma de gran parte de la población: “no es necesario aprender finlandés pues todos hablan inglés, pero socialmente te ayuda para ser más aceptado por los finlandeses pues ven que le echas ganas”, agrega el investigador.

Finlandia es conocido por varias curiosidades: su música; el sol de medianoche (cuando el sol no se oculta en verano y la noche no llega); las noches blancas (cuando el crepúsculo se alarga hasta altas horas de la noche); las auroras boreales; la cantidad de nieve que cae en el larguísimo invierno que se puede extender hasta mayo cuando inicia el deshielo; los Moomins; sus miles de lagos; y el mejor sistema educativo del mundo.

Según Luis, hay dos cosas a las que no termina por acostumbrarse: el clima y la forma de ser de la gente. “Uno tiene que aprender a vivir con el clima […] Es una cosa a las que uno no se acostumbra pero se adapta; por ejemplo, tenemos el sauna”. Además, “la gente es muy seria, muy silenciosa, en el autobús no la vas a escuchar hablar, o lo hacen en voz baja susurrando para no incomodar”, explica. Cuando llegó, lo hizo con la costumbre de este lado del charco en la que es común los saludos de mano y de beso (bueno, era, antes de la pandemia), cosa que tuvo que omitir por esos lares pues todo se limitaba a un saludo con un movimiento de cabeza.

La forma de ser de los fineses se rige por reglas escritas o no escritas que llevan al pie de la letra, lo que dentro de su sistema ha funcionado: “si el autobús que está en su horario ve que vienes tarde, corriendo, no se para aunque el chofer te vea”, pues no van a perjudicar a los demás. “Eso que la gente siga las reglas es muy bueno porque no te afecta en otros aspectos, pues las calles son muy limpias, no roban (si dejas tu teléfono no te lo van a robar), hay sus excepciones, claro […] Que la gente sea tan apegada a las reglas simplemente facilita muchas cosas”. 

Luis recomienda migrar a los países nórdicos si se tiene preparación académica o laboral, y sobre todo tomando en cuenta lo bueno y lo malo, como el choque cultural: “yo ya me acostumbré, ya me gusta no saludar de mano. Sí lo recomiendo pero no es tan fácil, por ejemplo está muy lejos de nuestro país y cambia la relación interpersonal entre la familia y los amigos”. Él desarrolla su vida profesional a la par de su vida personal: está casado y tiene un hijo pequeño, por lo que pretende vivir en Finlandia hasta que el niño cumpla la mayoría de edad: “primero que nada porque la calidad de vida para un niño es mejor acá, y un salario medio te da para vivir bien. En México con un salario intermedio se te complica. Los impuestos son muy altos [en Finlandia], pero se ve reflejado en seguridad, en sistema médico, en las calles. Las infracciones de tránsito van de acuerdo a tu salario, lo que no pasa en México donde no es lo mismo que una persona trabajadora de maquila pague mil pesos de multa a que lo haga un adinerado, pues para este no es nada”.

Luis ha encontrado a través de su trabajo de investigación científica la oportunidad de formar gran parte de su vida en uno de los países que se juzga como de los mejores para vivir, es debido a esto que a él lo consideramos como un Chihuahuense Referente por ser un claro ejemplo de que en nuestra ciudad y nuestro estado hay verdadero talento para el desarrollo científico y de cómo muchos y muchas chihuahuenses están dando todo de sí en otras partes del mundo para seguir mejorando a la sociedad.