La administración del presidente Biden ha lanzado una serie de medidas para frenar el envío de chips de inteligencia artificial de última generación a China, en un intento de evitar que Beijing adquiera tecnologías de punta que puedan fortalecer su capacidad militar. Las reglas, que entrarán en vigor en 30 días, amplían las restricciones a una amplia gama de chips avanzados y herramientas de fabricación de chips, afectando a un mayor número de países, incluyendo Irán y Rusia. Además, se ponen en lista negra a los diseñadores de chips chinos Moore Threads y Biren.
Y a todo esto, ¿que son los chips de inteligencia artificial?
Se trata de componentes de hardware diseñados específicamente para acelerar tareas relacionadas con el aprendizaje profundo y la inferencia. Estos chips están optimizados para realizar cálculos matemáticos complejos de manera eficiente, lo que permite a las máquinas procesar y analizar grandes cantidades de datos para realizar tareas como reconocimiento de patrones, procesamiento de lenguaje natural y toma de decisiones autónomas con rapidez y precisión.
Estas nuevas medidas representan una evolución de las regulaciones anunciadas en octubre del año pasado y se espera que se actualicen de forma regular, “al menos anualmente”, según indicó la Secretaria de Comercio, Gina Raimondo. El objetivo principal de estas restricciones es limitar el acceso de China a “semiconductores avanzados que podrían impulsar avances en inteligencia artificial y computadoras sofisticadas, fundamentales para aplicaciones militares en China”, afirmó Raimondo. Es importante destacar que, según la administración, el objetivo no es perjudicar la economía de China, sino más bien salvaguardar la seguridad nacional de Estados Unidos.
Sin embargo, las nuevas restricciones han generado una respuesta crítica por parte de China. Un portavoz de la embajada china expresó su fuerte oposición a estas medidas y agregó que “imponer restricciones arbitrarias o buscar forzar la desvinculación para servir a una agenda política viola los principios de la economía de mercado y la competencia justa y socava el orden económico y comercial internacional”.
¿Economía de mercado vs. seguridad?
En los últimos años, China ha experimentado una expansión significativa de su milicia, fortaleciendo su capacidad de defensa y proyectando influencia en la región y a nivel global. Este crecimiento ha involucrado tanto un aumento en el presupuesto militar como una modernización de las fuerzas armadas, con un enfoque en tecnologías avanzadas como sistemas de misiles, ciberseguridad y capacidades espaciales. Además, China ha reforzado su presencia en áreas disputadas, como el Mar del Sur de China, y ha establecido bases militares en el extranjero, lo que ha generado preocupaciones y tensiones en la comunidad internacional sobre su expansión militar y su política exterior.
Esta medida refleja la creciente preocupación en Estados Unidos acerca de la transferencia de tecnología avanzada a China, especialmente en áreas relacionadas con la inteligencia artificial y la informática de alto rendimiento, que pueden tener aplicaciones militares. Además, ilustra el continuo enfrentamiento entre las dos principales potencias económicas y militares del mundo en el ámbito tecnológico y de la seguridad. La situación merecerá un seguimiento constante, ya que el control de tecnologías de vanguardia se convierte en un tema central de la relación entre Estados Unidos y China en los próximos años.
