En el corazón de Chihuahua, una revolución artesanal se ha estado fermentando, liderada por entusiastas que convirtieron su pasión por la cerveza en un movimiento que ha revitalizado la tradición cervecera de la región. Víctor Hugo Armendáriz, presidente de la Asociación de Cerveceros Artesanales de Chihuahua y figura clave en este renacimiento, comparte la odisea de cómo una afición compartida se transformó en un clúster cervecero que está dejando huella no solo en Chihuahua capital y en todo México.
La génesis de esta aventura comenzó con un grupo de aficionados cuya curiosidad por las cervezas de diversos orígenes los llevó a experimentar con la elaboración casera. La disponibilidad de ingredientes, potenciada por la apertura de un distribuidor de insumos a nivel nacional en Chihuahua, facilitó la incursión en este arte. Lo que inició en la privacidad de los hogares pronto encontró un espacio en la comunidad, a medida que bares locales comenzaron a ofertar estas creaciones únicas, fomentando un ambiente de camaradería entre los cerveceros.
El deseo de compartir su pasión llevó a la organización de pequeños festivales, culminando en el emblemático Tour Cervecero en el acueducto de la ciudad, evento que marcó el inicio oficial de la Asociación de Cerveceros Artesanales de Chihuahua. Esta iniciativa no solo unió a los productores bajo un mismo estandarte, sino que también propició la creación de una identidad cervecera única para Chihuahua, destacada por el uso de ingredientes locales como la nuez y la manzana, y adaptada al paladar de la región, con cervezas refrescantes que contrastan con las propuestas más robustas de otras latitudes.
El impacto de este movimiento ha trascendido la producción de cerveza, contribuyendo significativamente a la economía local y al tejido social. La asociación ha logrado instaurar el Tour Cervecero como un evento anual que atrae a miles de visitantes, generando un espacio de encuentro y celebración en torno a la cerveza artesanal. Asimismo, la diversificación de productos y la acumulación de premios nacionales e internacionales refuerzan el prestigio de la cerveza artesanal de Chihuahua, evidenciando su calidad y singularidad.
A pesar de los retos, como la necesidad de adaptarse a la normativa legal y la ambición de expandir su presencia en el mercado, la asociación ha mantenido su espíritu colaborativo y de amistad, principios que han sido fundamentales en su éxito. La respuesta positiva durante la pandemia, donde la demanda por cerveza artesanal local creció exponencialmente, demostró la resiliencia y la relevancia de este sector.
Mirando hacia el futuro, Víctor Hugo Armendáriz vislumbra un escenario donde la cerveza artesanal se convierta en un elemento indispensable en la oferta gastronómica de Chihuahua, accesible no solo en bares y festivales, sino también en restaurantes y hogares. La propuesta de una ley para el desarrollo y producción de cerveza artesanal en el estado es un paso hacia el reconocimiento y consolidación de esta industria, buscando superar las barreras legales y estigmatizaciones que han limitado su crecimiento.
La historia de la cerveza artesanal en Chihuahua es un testimonio de cómo la pasión, la comunidad y el emprendimiento pueden converger para revivir tradiciones y crear nuevas oportunidades. Es una celebración de la creatividad, el trabajo en equipo y el amor por la cerveza, elementos que, sin duda, seguirán alimentando este floreciente movimiento cervecero en Chihuahua.