En Voces del Cambio, en colaboración con FECHAC, abordamos un tema sensible pero vital para nuestra sociedad: el abuso sexual infantil. Para profundizar en esta problemática, tenemos a Leslie Olvera Ortiz, coordinadora del proyecto “Cuéntamelo a mí” de la Asociación Paz y Convivencia Ciudadana. Acompáñanos a conocer más sobre esta realidad y cómo se está trabajando para enfrentarlo.
Un programa nacido de una necesidad
Leslie nos comparte que “Cuéntamelo a mí” surgió en 2018 con un objetivo claro: brindar apoyo a niños y adolescentes víctimas de violencia sexual. A pesar de la interrupción por la pandemia, el programa se reanudó en 2022, justo en un momento crítico donde las cifras de violencia han ido en aumento. “La situación es bastante grave”, menciona Leslie, aludiendo al incremento en las denuncias de violencia sexual infantil en Chihuahua.
Las secuelas que enfrentan estos niños y adolescentes son devastadoras. Problemas como la depresión, la ansiedad y el aislamiento son comunes. “Desafortunadamente, muchas veces se animan a hablar de su situación, pero no hay seguimiento ni acompañamiento”, explica Leslie, subrayando la urgente necesidad de un sistema de apoyo robusto.
Causas y consecuencias de la violencia
El impacto de la violencia sexual no sólo afecta a los niños, sino también a sus familias y comunidades. Las causas son complejas, abarcando factores como el divorcio, la violencia intrafamiliar y, lamentablemente, la falta de amor.
“Para que un agresor atente contra un niño, debe haber una carencia de amor propio y hacia los demás”.
Leslie Olvera Ortiz, coordinadora del proyecto “Cuéntamelo a mí”
La pandemia también tuvo un efecto significativo, exacerbando la violencia intrafamiliar. “Durante este tiempo, vimos un aumento en todos los tipos de violencia, y las redes sociales se convirtieron en un medio que normaliza conductas dañinas”, comparte.
Estrategias de atención y prevención
El equipo de “Cuéntamelo a mí” está formado por profesionales en diversas áreas: psicología, trabajo social y asistencia jurídica. Realizan talleres de sensibilización en escuelas, involucrando a padres, docentes y alumnos. Leslie destaca la importancia de educar tanto a los niños sobre los indicadores de riesgo como a los padres, para que puedan estar atentos a las señales de alerta.
El tratamiento para los niños afectados puede oscilar entre 10 y 30 sesiones, adaptándose a las necesidades de cada caso. Además, el acompañamiento familiar es fundamental para facilitar la reinserción de los pequeños en un ambiente seguro y saludable.
Impacto y resultados
Hasta la fecha, el programa ha beneficiado a más de 1,900 personas en un año, incluyendo a víctimas, familias y educadores. Leslie enfatiza la creación de un entorno de confianza en el hogar, donde los niños se sientan seguros para hablar sobre cualquier tipo de violencia que puedan estar enfrentando.
A pesar de los avances, todavía queda un largo camino por recorrer. Leslie menciona que están trabajando en colaboración con diferentes instancias gubernamentales para garantizar que se implementen medidas efectivas contra los agresores y se mejoren las políticas públicas relacionadas con la protección infantil.
Demanda un esfuerzo conjunto de la sociedad
La lucha contra el abuso sexual infantil en Chihuahua demanda un esfuerzo conjunto de la sociedad, las familias y las instituciones. Escuchar a nuestros niños es crucial para crear un ambiente en el que se sientan seguros y respaldados. Leslie Olvera Ortiz nos recuerda que “hay que generar un entorno de confianza”, y esa es una responsabilidad que nos compete a todos. Si deseas apoyar o buscar más información, puedes encontrar a la Asociación Paz y Convivencia Ciudadana y el proyecto “Cuéntamelo a mí” a través de sus redes sociales. ¡Juntos podemos marcar la diferencia!
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