En el contexto de la relocalización de las cadenas productivas, México se posiciona como un jugador clave en diversas industrias, y ahora tiene la oportunidad de convertirse en líder global en el sector de los microprocesadores. Durante el 30 Congreso del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), Francisco Cervantes Díaz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), subrayó el potencial de México en esta área, mencionando que “vamos bastante bien en la parte de microprocesadores… estamos entrando con mucha potencia en los chips”.
El potencial de México en la industria de chips
Cervantes destacó que la capacidad de México para desarrollar chips es crucial no sólo para la electromovilidad, sino que estos componentes son transversales a múltiples sectores. La estrategia de México de diversificar su economía y aprovechar su cercanía con Estados Unidos —su principal socio comercial— es fundamental. Con una frontera que se extiende por más de 3,156 kilómetros, la relación comercial entre ambos países es tan significativa que, si se tratara de un país, constituiría la tercera economía más grande del mundo.
La reconfiguración de las cadenas de suministro global ha llevado a una mayor competitividad en el sector, y México ya destaca en la industria automotriz, donde ocupa el sexto lugar a nivel mundial. “Se sigue reforzando la industria de autopartes y de marcas de automóviles. En camiones pesados somos el número uno”, añadió Cervantes, enfatizando la importancia de incluir la electromovilidad en el ecosistema industrial mexicano.
La importancia de la innovación y sostenibilidad
Sergio Contreras, presidente ejecutivo del Comce, reconoció que, aunque México ha avanzado, aún hay áreas por fortalecer. Los pilares del futuro comercio internacional —innovación, sostenibilidad, inclusión y resiliencia— son ahora más relevantes que nunca. La inversión extranjera directa (IED) no sólo es un indicador económico, sino un motor para la innovación y el progreso social y ambiental.
“El comercio exterior y la inversión extranjera ya no son sólo indicadores económicos, sino motores para la innovación”.
Sergio Contreras, presidente ejecutivo del Comce
Esto por la entrada en vigor del T-MEC, la integración económica de Norteamérica se vuelve aún más crucial, consolidando a México como un actor central en este bloque económico.
Relación con el estado de Chihuahua
Chihuahua, con su sólida infraestructura y mano de obra calificada, está bien posicionado para ser un centro neurálgico en la industria de chips. La ciudad ha visto un crecimiento constante en la atracción de inversiones extranjeras, y la fabricación de componentes electrónicos es un área de enfoque. La posibilidad de que Chihuahua se convierta en un polo de desarrollo para la industria de microprocesadores es un objetivo alcanzable, alineado con las tendencias actuales de mercado y las estrategias nacionales de relocalización.
El futuro de México en la industria de chips es prometedor y vital para el crecimiento económico del país. Con un entorno propicio para la inversión, el apoyo del gobierno y la colaboración entre el sector público y privado, México, y específicamente Chihuahua, pueden aprovechar su posición geográfica y sus capacidades industriales para liderar en este sector emergente. Como dijo Valentín Diez Morodo, “sigamos construyendo un México más competitivo y preparado para los retos del mañana.” La industria de chips no sólo representa una oportunidad económica, sino también una forma de posicionar a México en el mapa tecnológico global.
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