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Chihuahua, una ciudad con un enorme potencial económico y cultural, no ha logrado consolidar una calle emblemática que funcione como símbolo de exclusividad y lujo al estilo de la Quinta Avenida en Nueva York o la Via Monte Napoleone en Milán. Este fenómeno nos invita a reflexionar sobre el papel de los desarrolladores urbanos, la planificación estratégica y el impacto económico que una calle de estas características podría tener para la ciudad y su comunidad.
El ejemplo de Via Monte Napoleone
La reciente designación de la Via Monte Napoleone como la calle comercial más cara del mundo, con rentas que alcanzan los $2,047 dólares por pie cuadrado, nos muestra cómo una cuidadosa planeación puede transformar una vía en un ícono global. Este logro no es casualidad:
- Turismo de lujo: Milán ha sabido atraer a turistas de alto poder adquisitivo gracias a su oferta de moda, diseño y cultura.
- Incentivos fiscales: Políticas dirigidas a los sectores de lujo han generado un éxodo de residentes adinerados hacia la ciudad.
- Oferta limitada: La exclusividad se refuerza por la escasez de espacio comercial en una calle pequeña pero altamente codiciada.
¿Por qué Chihuahua no tiene una calle similar?
Aunque Chihuahua tiene áreas comerciales vibrantes, como la zona de Torre Azenzo que tiene varias características destacadas en diseño arquitectónico, o bien la Torre Santa Fe con su moderno rascacielos y representativos de la ciudad, tiene un enfoque de uso mixto, ya que alberga oficinas, comercios y espacios residenciales, lo que facilita una convivencia entre actividades laborales, comerciales y habitacionales, impulsando la actividad económica en la zona. Entre las razones destacan:
- Falta de visión estratégica: Los desarrolladores urbanos han priorizado centros comerciales sobre calles abiertas que fomenten una experiencia de compra única.
- Escasa apuesta por el turismo de alto nivel: A pesar de ser un punto clave en el norte de México, Chihuahua no ha desarrollado infraestructura ni campañas para atraer a turistas de lujo.
- Desconexión entre gobierno y sector privado: La falta de sinergia entre autoridades y empresarios ha limitado la creación de un espacio exclusivo que combine comercio, cultura y diseño urbano.
El potencial de una calle exclusiva en Chihuahua
Contar con una calle de estas características no solo generaría prestigio para la ciudad, sino también beneficios económicos tangibles:
- Aumento del turismo y la derrama económica: Las marcas de lujo atraen visitantes internacionales y nacionales dispuestos a gastar.
- Revitalización del espacio público: Una calle exclusiva bien diseñada puede convertirse en un atractivo cultural y arquitectónico.
- Impulso a la economía local: Pequeñas y medianas empresas especializadas podrían integrarse en la cadena de valor del lujo.
¿Cómo lograrlo?
- Planificación integral: Iniciar con un corredor urbano que combine diseño arquitectónico de calidad, accesibilidad y sustentabilidad.
- Incentivos para atraer marcas: Ofrecer facilidades fiscales y garantías de seguridad para atraer inversiones de marcas de renombre.
- Alianzas público-privadas: Desarrollar proyectos en conjunto con empresarios locales e internacionales.
- Promoción del turismo de lujo: Posicionar a Chihuahua como un destino de lujo aprovechando su riqueza cultural, natural y gastronómica.
Un sueño posible
Chihuahua tiene la oportunidad de proyectarse al mundo como una ciudad de vanguardia. La creación de una calle exclusiva no solo fortalecería su economía, sino que también posicionaría a la ciudad como un referente en desarrollo urbano en el norte de México. La pregunta no debería ser si es posible, sino cuándo, dónde y cómo vamos a empezar a construir este futuro.
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