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Por Jorge Cruz Camberos
En tiempos de desafíos y oportunidades, debemos recordar que el verdadero cambio no se logra desde la comodidad de la queja, sino desde la acción. No hay nada más inútil que maldecir la oscuridad y no encender una luz. Como comunidad, como sociedad, y como ciudadanos comprometidos, tenemos un papel irrenunciable: construir puentes, tender estrategias y ser los agentes del cambio que deseamos ver.
Nuestro punto de partida es claro: necesitamos políticas públicas efectivas que promuevan la movilidad social a través del empleo y fortalezcan la empresa local. La base de una economía robusta está en el fortalecimiento de nuestras instituciones y en la creación de oportunidades que sean inclusivas, sostenibles y con un enfoque en el desarrollo social y económico.
De lo local a lo nacional: Chihuahua como modelo
Chihuahua tiene una historia de éxito y resiliencia que podemos proyectar al resto del país. El modelo chihuahuense, sustentado en la colaboración entre los sectores público, privado y social, es un ejemplo de cómo las alianzas estratégicas pueden transformar realidades. Organismos como FECHAC, Ficosec, el PICsp y Visión Chihuahua Futura han demostrado que con información, planificación y seguimiento, se pueden generar iniciativas con impacto tangible en la atracción de inversiones, el crecimiento empresarial y la mejora de la calidad de vida.
Necesitamos replicar y fortalecer este enfoque con un pacto incluyente, centrado en el crecimiento compartido y con una visión a largo plazo. Este pacto debe estar fundamentado en los valores que nos identifican: la democracia, el estado de derecho y el compromiso con el bienestar de toda nuestra gente.
Las empresas y la movilidad social
La empresa local es el motor del desarrollo económico y movilidad social. Por ello, debemos dotarlas de las herramientas necesarias para competir y crecer. Esto incluye acceso al financiamiento, capacitación en talento humano, modernización tecnológica y la generación de ecosistemas que favorezcan su desarrollo. Una empresa fuerte genera empleo, atrae inversión y, lo más importante, mejora las condiciones de vida de la comunidad.
Compromiso y acción
El cambio comienza por cada uno de nosotros. Desde nuestro rol en la sociedad, ya sea como líderes empresariales, trabajadores, servidores públicos o ciudadanos, debemos contribuir a fortalecer nuestras instituciones y crear un entorno que fomente el desarrollo. Esto implica actuar con responsabilidad, trabajar en equipo y mantener una visión clara de lo que queremos para nuestras familias y nuestra comunidad.
Es hora de pasar de la intención a la acción. Encendamos esa luz que nos guíe hacia un futuro más próspero, inclusivo y sostenible. Chihuahua ya tiene los cimientos; ahora, debemos construir el puente que nos lleve de lo local a lo nacional. La responsabilidad está en nuestras manos.