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La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, junto con sus propuestas de políticas económicas, marcará un nuevo capítulo para la relación entre México y su vecino del norte. Estos cambios no solo afectarán a nivel macroeconómico, sino que también tendrán repercusiones directas en sectores clave para el desarrollo de Chihuahua. ¿Qué puede esperar el estado ante este escenario global incierto? Aquí exploramos los desafíos, las oportunidades y el posible crecimiento para Chihuahua.
Aranceles: Un reto para el sector automotriz de Chihuahua
Uno de los temas más preocupantes tras el triunfo de Trump es la amenaza de imponer aranceles de hasta un 25% a los productos mexicanos, algo que podría afectar fuertemente al sector automotriz. Este es un sector de vital importancia para Chihuahua, donde se concentran plantas de grandes fabricantes internacionales. Si bien los aranceles no son definitivos, su impacto podría cambiar las reglas del juego en la competitividad del estado.
Sin embargo, esta situación también abre oportunidades. Empresas chihuahuenses, especialmente en sectores como el automotriz y manufactura, podrían diversificar sus mercados y fortalecer sus cadenas de suministro internas, buscando disminuir la dependencia de Estados Unidos. Además, la constante evolución tecnológica y la inversión en innovación podrían permitir a las empresas locales adaptarse a las nuevas exigencias del mercado global.
Volatilidad del peso y su impacto en Chihuahua
El comportamiento del peso mexicano frente al dólar es otro factor clave que influirá en el futuro cercano. Con pronósticos de un tipo de cambio de entre 19.50 y 21 pesos por dólar, los negocios en Chihuahua, especialmente aquellos enfocados en la exportación, se verán obligados a adaptarse a un entorno de incertidumbre. La volatilidad en el tipo de cambio genera tanto riesgos como oportunidades. Empresas locales deberán aprender a manejar la fluctuación cambiaria, implementando estrategias financieras más robustas, como coberturas cambiarias, para mitigar los efectos de esta incertidumbre.
Oportunidades en la reducción de la inflación
El Banco de México prevé que la inflación se mantenga por encima de la meta del 3% durante todo 2025, lo que significa que los costos de operación seguirán siendo elevados. No obstante, en Chihuahua, sectores como el comercio, la agricultura y la manufactura podrían beneficiarse de un control adecuado de costos, con un enfoque más agudo en la eficiencia operativa y la optimización de recursos. Además, las empresas locales podrían aprovechar los cambios en la inflación para negociar precios más favorables con proveedores y clientes internacionales.
Crecimiento a largo plazo: La necesidad de innovación y adaptación
A pesar de los retos, Chihuahua tiene un panorama prometedor. El crecimiento sostenido del sector industrial y la expansión en áreas de alta tecnología, como la automotriz, aeroespacial y la manufactura avanzada, siguen siendo motores de desarrollo. Las empresas en el estado, apoyadas por una infraestructura en constante mejora y la cercanía con los Estados Unidos, pueden seguir expandiéndose en otros mercados. Sin embargo, el verdadero crecimiento llegará a través de la innovación.
Invertir en investigación y desarrollo, así como en la capacitación de recursos humanos, será esencial para las empresas locales. Estar a la vanguardia en automatización, digitalización y energías renovables no solo permitirá a Chihuahua mitigar los efectos negativos de los aranceles y la inflación, sino que posicionará al estado como un referente en tecnología e industria avanzada.
La herencia fiscal y el impacto para Chihuahua
El déficit fiscal que enfrentará el gobierno mexicano, al que se le ha asignado la tarea de reducirlo a un 3% del PIB para finales de 2025, también tendrá implicaciones en los recursos disponibles para estados como Chihuahua. La incertidumbre fiscal podría restringir los presupuestos federales destinados a proyectos de infraestructura y desarrollo social. Sin embargo, Chihuahua ha demostrado ser resiliente en estos tiempos de ajustes, y el estado puede enfocarse en atraer inversión privada y asociaciones público-privadas para seguir impulsando su crecimiento.
Adaptarse y avanzar
El 2025 se perfila como un año lleno de retos para Chihuahua, pero también lleno de oportunidades. Los sectores clave, como la manufactura, el automotriz y la tecnología, seguirán siendo fundamentales para el crecimiento económico, pero será esencial que el estado se enfoque en la diversificación de mercados, la innovación y la adaptación a los cambios económicos globales. Aunque la incertidumbre y los desafíos están presentes, el futuro de Chihuahua está en manos de su capacidad para adaptarse, innovar y avanzar con resiliencia.