El sector bancario mexicano cerró 2024 con resultados financieros históricos, consolidándose como uno de los pilares económicos del país. Los gigantes de la banca, como BBVA México, Banorte, Santander y Citibanamex, reportaron utilidades netas superiores al 25% en comparación con 2023, impulsadas por un entorno de tasas de interés elevadas y una creciente digitalización. Sin embargo, su contribución al desarrollo de Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) y su capacidad para atender las necesidades de regiones específicas siguen siendo limitadas. Esto abre una oportunidad clave para bancos locales y regionales que pueden atender las brechas que los grandes jugadores del mercado no cubren.
Resultados financieros históricos
Las instituciones bancarias lograron utilidades récord, apalancadas por la estabilidad macroeconómica, el alto nivel de empleo formal y políticas monetarias que mantuvieron tasas de interés atractivas. BBVA México lideró con un crecimiento del 30% en sus ganancias del cuarto trimestre, gracias al aumento en colocación de créditos y la adopción masiva de su plataforma digital. Por su parte, Banorte fortaleció su liderazgo en el financiamiento hipotecario y empresarial, consolidando su posición como el banco mexicano de referencia.
El 2024 fue también un año donde las instituciones financieras avanzaron en eficiencia operativa y expansión digital. Más del 65% de las transacciones bancarias se realizaron de manera electrónica, destacando la capacidad de los bancos para adaptarse a las necesidades de un consumidor cada vez más digital.
El desafío de las PyMEs y la banca regional
A pesar de los impresionantes resultados financieros, los bancos han sido cuestionados por no asumir un rol más proactivo en dos áreas estratégicas:
1. El desarrollo de las PyMEs: Representan más del 99% de los negocios en México, generan el 70% del empleo y contribuyen con más del 50% del PIB, pero aún enfrentan barreras significativas para acceder a financiamiento.
2. La atención a las regiones: Muchas comunidades rurales y pequeñas ciudades carecen de acceso adecuado a servicios bancarios, dejando a agricultores, pequeños empresarios y emprendedores locales sin opciones financieras competitivas.
Bancos locales: una oportunidad en las regiones
La falta de atención personalizada y productos financieros adecuados por parte de los grandes bancos nacionales ha abierto una oportunidad importante para la banca regional y local. Bancos como Bankaool, que tiene un enfoque en el financiamiento agropecuario y rural, están bien posicionados para atender estas áreas. Este tipo de bancos pueden:
• Ofrecer servicios adaptados a las necesidades locales: Productos financieros diseñados para sectores específicos, como la agricultura, la ganadería o las pequeñas industrias locales.
• Establecer relaciones más cercanas con los clientes: Una banca regional puede tener un entendimiento más profundo de las necesidades de las comunidades, fomentando la confianza y mejorando el acceso al crédito.
• Aprovechar la tecnología para competir: A través de plataformas digitales y modelos híbridos, los bancos regionales pueden llegar a clientes en zonas remotas sin los altos costos operativos de una red de sucursales tradicional.
Estos bancos también están mejor preparados para asumir riesgos calculados en áreas que los grandes bancos consideran menos rentables. En el contexto de un México altamente regionalizado, fomentar la banca local no solo puede detonar el crecimiento económico en las comunidades desatendidas, sino también reducir la desigualdad regional y fortalecer la economía nacional.
¿Qué más necesitan las PyMEs y las regiones?
Para que tanto los bancos nacionales como los regionales puedan desempeñar un papel más significativo en el desarrollo económico del país, se necesitan acciones concretas:
• Incentivos fiscales y regulatorios: Estimular a los bancos para que otorguen créditos en áreas desatendidas y a sectores de alto impacto como las PyMEs y la agricultura.
• Colaboración entre grandes y pequeños bancos: Asociaciones estratégicas que combinen la infraestructura de los bancos nacionales con el conocimiento local de las instituciones regionales.
• Mayor innovación en productos financieros: Diseñar productos flexibles que se adapten a las temporadas, ciclos productivos y realidades de las PyMEs y comunidades rurales.
Un sector en transformación
Si bien los grandes bancos en México cerraron 2024 con utilidades récord, el futuro del sector bancario dependerá de su capacidad para atender áreas de oportunidad clave. Las PyMEs y las regiones desatendidas representan no solo un desafío, sino una gran oportunidad para expandir el alcance del sistema financiero y detonar un crecimiento más inclusivo y sostenible.
En este contexto, la banca regional tiene el potencial de convertirse en un motor clave para el desarrollo económico del país. Bancos como Bankaool pueden ser los protagonistas de una transformación que no solo reduzca las brechas de financiamiento, sino que también promueva un crecimiento económico más equilibrado y competitivo.
Los bancos mexicanos tienen ante sí una oportunidad histórica de evolucionar hacia un modelo más inclusivo y dinámico. Apostar por las PyMEs y fortalecer la banca regional no solo impulsará el desarrollo local, sino que también consolidará a las instituciones financieras como verdaderos motores del progreso económico nacional. Con utilidades récord en el bolsillo, es el momento de que la banca mexicana invierta en un México más próspero y equitativo.
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