El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece estar perdiendo un poco de su brillo en las encuestas. Según un reciente sondeo de Reuters/Ipsos, su índice de aprobación ha bajado ligeramente en los últimos días, y todo apunta a que la preocupación de los estadounidenses por la dirección de la economía podría ser uno de los factores clave. Aunque Trump sigue siendo una figura polarizante, los números sugieren que incluso su base más fiel podría estar empezando a cuestionar algunas de sus decisiones, especialmente en lo que respecta a la economía.
El declive en las encuestas: ¿Qué está pasando?
El último sondeo, realizado durante seis días y cerrado este martes, muestra que el 44% de los encuestados aprueba el trabajo de Trump como presidente, un ligero descenso respecto al 45% registrado a finales de enero. Pero lo más llamativo es que el porcentaje de personas que desaprueban su gestión ha aumentado de manera más sustancial, llegando al 51%. Esto contrasta con el 41% que se registró justo después de su toma de posesión el pasado 20 de enero.
Aunque Trump sigue disfrutando de una tasa relativamente alta de aprobación en cuanto a su política de inmigración (47%), la economía parece ser su punto débil. El porcentaje de estadounidenses que creen que la economía va por mal camino ha aumentado al 53%, frente al 43% de finales de enero. Además, la aprobación pública de su gestión económica ha caído al 39%, desde el 43% de la encuesta anterior.
La economía: ¿El talón de Aquiles de Trump?
Uno de los pilares de la fortaleza política de Trump ha sido la creencia de que sus políticas serían buenas para la economía. De hecho, su calificación en este ámbito sigue siendo significativamente más alta que la de su predecesor, Joe Biden, quien terminó su mandato con un 34% de aprobación en materia económica. Sin embargo, la calificación de Trump está muy por debajo del 53% que tenía en febrero de 2017, el primer mes completo de su primer mandato.
En el último sondeo, solo el 32% de los encuestados aprobaba la actuación de Trump en materia de inflación, lo que podría ser una primera señal de decepción en su gestión económica. Este dato es particularmente relevante si se tiene en cuenta que la inflación fue uno de los factores que debilitaron a Biden de cara a las elecciones presidenciales del año pasado.
Un reciente informe del Departamento de Trabajo de Estados Unidos mostró que los precios al consumo aumentaron en enero al nivel más alto en casi un año y medio, lo que significa que los estadounidenses están enfrentándose a costes más elevados para una serie de bienes y servicios. Esto, sin duda, está afectando la percepción que tienen los ciudadanos sobre la gestión económica de Trump.
¿Un cambio de rumbo necesario?
Aunque Trump sigue siendo una figura influyente y su política de inmigración sigue contando con un respaldo considerable, los números sugieren que la economía podría convertirse en su talón de Aquiles. Si el presidente no logra revertir la tendencia y mejorar la percepción que tienen los estadounidenses sobre su gestión económica, podría enfrentarse a un desafío aún mayor en los próximos meses.
En política, como en la vida, la confianza es clave. Y si Trump quiere mantener su base de apoyo y ampliarla, tendrá que demostrar que sus políticas no solo son buenas en el papel, sino que también tienen un impacto positivo en el bolsillo de los estadounidenses. Por ahora, la pelota está en su tejado, y todos estaremos atentos a ver cómo juega sus cartas en los próximos meses.
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