Modernización del Sistema de Salud: autonomía regional como solución

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La descentralización del sistema de salud, inspirada en el modelo canadiense, puede ser la clave para una atención más eficiente y adaptada a las necesidades locales en México.
La descentralización del sistema de salud podría transformar la eficiencia y cobertura, inspirada en el modelo canadiense, con un enfoque regional para México.

Por Jorge Cruz Camberos

La salud pública es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo económico y social. Un sistema de salud robusto, accesible y eficiente mejora la calidad de vida de la población, también impulsa la productividad y el bienestar general.

En el contexto nacional, donde 23 estados enfrentan recortes millonarios tras incorporarse al esquema IMSS-Bienestar, se abre un debate crucial sobre la necesidad de modernizar y descentralizar la administración de los servicios de salud.

El caso de Chihuahua, que optó por no adherirse a este esquema, representa una oportunidad única para explorar modelos de administración más flexibles y eficientes. Sin embargo, esta autonomía no debe abordarse de forma aislada, sino a través de un modelo regional que potencie las fortalezas locales y optimice la gestión de recursos.

Inspiración en el modelo canadiense: un enfoque regional para México

El sistema de salud público canadiense, Medicare, ha demostrado que la descentralización puede ser clave para ofrecer servicios de salud universales, equitativos y de calidad. En Canadá, las provincias y territorios gestionan sus propios sistemas de salud, lo que les permite adaptar servicios a las necesidades locales. Esta estructura regional favorece la eficiencia, la innovación y una respuesta ágil a los desafíos sanitarios.

México podría beneficiarse de un enfoque similar, donde regiones con características geográficas, económicas y demográficas afines colaboren en la administración de servicios de salud. La creación de regiones sanitarias autónomas permitiría:
1. Una mejor gestión de recursos.
2. Adaptación local de políticas sanitarias.
3. Innovación en modelos de atención.
4. Reducción de la burocracia y tiempos de respuesta.

Propuesta de la región noreste-norte: Tamaulipas, Nuevo León, Durango, Coahuila y Chihuahua

Asimismo, se propone la conformación de una región sanitaria noreste-norte, integrada por los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Durango, Coahuila y Chihuahua. Esta agrupación estratégica se basa en:

Conectividad y desarrollo económico
1. Nuevo León y Coahuila son motores industriales clave, con alta demanda de servicios de salud vinculados al desarrollo urbano e industrial.
2. Tamaulipas refuerza la dimensión transfronteriza, lo que facilita el acceso a tecnologías de punta y cooperación binacional en temas de salud pública.
3. Durango aporta vastos territorios con necesidades específicas de salud rural, atención a comunidades indígenas y desafíos logísticos.
4. Además Chihuahua de su extensión territorial, se posiciona como una región industrial estratégica, con un sector manufacturero robusto y una economía orientada a la exportación. Destaca por tener uno de los índices más altos de formalidad laboral del país, lo que se traduce en una mayor proporción de la población con acceso a servicios de salud a través de esquemas formales. Esta característica brinda una base sólida para implementar estrategias de salud pública más estructuradas y sostenibles.

Sinergia entre regiones urbanas e industriales

También la integración de estos estados permitiría aprovechar infraestructura médica avanzada de Nuevo León y Coahuila para complementar las necesidades de Durango y Tamaulipas.

Chihuahua, con su industria maquiladora y automotriz, podría liderar programas de salud ocupacional y prevención de enfermedades laborales, aprovechando su alta formalidad laboral para implementar campañas de salud preventivas en el entorno laboral.

Desafíos compartidos
1. Alto índice de enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión).
2. Reforzamientos en la necesidad de servicios de salud mental debido a contextos de violencia y estrés urbano e industrial.
3. Requerimientos en salud ocupacional para atender a trabajadores de sectores industriales, agrícolas y mineros.

Ventajas del enfoque regional propuesto
1. Administración autónoma con coordinación regional:
Adición de cada estado mantendría el control de su presupuesto, pero con un marco de colaboración regional que permita compartir infraestructura, especialistas y recursos tecnológicos.
2. Centros de excelencia médica regionales:
Creación de hospitales de alta especialidad que sirvan a toda la región, evitando la duplicación de inversiones y asegurando una atención de primer nivel.
3. Telemedicina y redes de atención móviles:
La región podría liderar el desarrollo de programas de telemedicina para comunidades rurales y clínicas móviles, garantizando acceso a servicios de salud en áreas remotas.
4. Innovación y mejores prácticas: Al igual que en el modelo canadiense, la competencia constructiva entre los estados impulsaría mejoras continuas, fomentando la innovación en servicios, gestión y tecnología médica.
5. Aprovechamiento de la alta formalidad laboral en Chihuahua:
Gracias a su alto índice de formalidad laboral, Chihuahua podría convertirse en un caso modelo para implementar programas de salud basados en la atención preventiva en centros de trabajo, integrando esquemas de bienestar laboral y salud mental.

Lecciones del modelo canadiense aplicadas a la región propuesta

El éxito del sistema canadiense radica en la flexibilidad que brinda a cada provincia para desarrollar soluciones adaptadas a sus necesidades, dentro de un marco nacional común. México podría replicar esta fórmula a nivel regional, donde:
• La federación garantice principios de universalidad, calidad y equidad.
• Las regiones gestionen de forma autónoma, fomentando la innovación y adaptabilidad.

La región noreste-norte, al combinar estados con alto potencial económico, industrial y diversidad geográfica, tiene el perfil ideal para liderar una transformación del sistema de salud público en México, basada en un enfoque descentralizado, eficiente y sostenible.

Modernización a través de la regionalización

La decisión de Chihuahua de no firmar el convenio con el IMSS-Bienestar representa más que una simple preferencia administrativa; es una oportunidad para demostrar que la autonomía regional puede traducirse en eficiencia, calidad y cobertura universal.

La propuesta de una región sanitaria noreste-norte, integrada por Tamaulipas, Nuevo León, Durango, Coahuila y Chihuahua, e inspirada en el modelo canadiense, modernizaría el sistema público de salud, que podría sentar un precedente nacional. Se trata de un enfoque donde la salud pública se vea como una inversión estratégica, impulsando el desarrollo económico sostenible y el bienestar social.

México tiene la oportunidad de liderar un modelo de salud pública regionalizado, donde la autonomía y la cooperación estratégica marquen el camino hacia un sistema más resiliente, equitativo y eficiente.

Este artículo fue escrito por Jorge Cruz para Referente.mx, el espacio digital que conecta a la comunidad con temas clave de desarrollo económico, social y regional.

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