En los últimos años, México ha sido el destino estrella del nearshoring, ese fenómeno que reconfiguró las cadenas de suministro a nivel global y que impulsó la llegada de inversiones extranjeras al país. Pero, como todo ciclo económico, lo que subió ahora está encontrando su punto de equilibrio.
De acuerdo con la consultora SiiLA, el ritmo de llegada de empresas extranjeras ha caído un 31% en comparación con su punto más alto en 2021, mientras que la creación de nuevas compañías mexicanas también disminuyó un 43%. Esto no significa que la fiebre del nearshoring se haya apagado, sino que el mercado está ajustándose después de una racha histórica de inversiones.
De la avalancha a la estabilidad
El boom del nearshoring en México entre 2020 y 2024 llevó a más de 1,200 empresas a incursionar en el mercado inmobiliario industrial, ocupando en total 13 millones de metros cuadrados. La mitad de estas empresas fueron extranjeras, buscando reducir costos operativos, mientras que las nacionales aprovecharon el auge para crecer como proveedores clave en diversas industrias.
Sin embargo, según datos de la firma Datoz, la ocupación de naves industriales en 2024 fue de 56.6 millones de pies cuadrados, lo que representa una caída del 14.7% con respecto al 2023. La combinación de una menor demanda y factores externos, como las políticas proteccionistas anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han generado cierta incertidumbre en el sector.
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Adaptarse para seguir creciendo
A pesar de este freno en el ritmo de crecimiento, los analistas coinciden en que la inversión no se detendrá de manera drástica. Silvia Gómez, analista de mercado de Datoz, asegura que muchas empresas ya establecidas en México seguirán expandiéndose debido a factores como la calidad de la mano de obra y los incentivos fiscales que ofrece el país.
Por su parte, SiiLA señala que aunque la demanda de espacios industriales seguirá presente, el panorama podría tornarse más selectivo, con un crecimiento más orgánico basado en la expansión de las empresas ya instaladas. Además, las señales de una posible recesión y las medidas proteccionistas de EE.UU. podrían cambiar la estrategia de muchas compañías en los próximos años.
Chihuahua y su papel clave en el nearshoring
A nivel regional, Chihuahua ha sido uno de los estados más beneficiados por el nearshoring, con un crecimiento industrial acelerado y una demanda constante de talento especializado. Aunque el auge de nuevas inversiones podría enfriarse, el estado sigue destacándose como un hub estratégico para la manufactura y la tecnología. La clave estará en seguir generando condiciones atractivas para las empresas que buscan expandirse en México.
El nearshoring en México no ha llegado a su fin, simplemente está evolucionando. Ahora, la apuesta estará en la consolidación de los proyectos ya existentes y en encontrar nuevas formas de fortalecer la competitividad del país ante un escenario global cambiante.