Por Jorge Cruz Camberos
México toma la delantera en la carrera comercial
Sí, leíste bien. En 2023, México se convirtió en el principal socio comercial de Estados Unidos, superando a China por primera vez en décadas. Este cambio no es casual: tiene nombre, apellido y un pasaporte sellado por el T-MEC. Se llama nearshoring.
En un mundo donde los gigantes buscan producir cerca de casa y con reglas claras, México es la opción natural: ubicación privilegiada, mano de obra calificada, y tratados que abren puertas.
El déficit que nos conviene
Estados Unidos cerró 2024 con un déficit comercial de -171 mil millones de dólares con México. Pero ojo, eso no es una mala noticia para nosotros. Ese déficit significa que estamos exportando más que nunca, generando empleos, inversiones y desarrollo en nuestras regiones clave .
Además, México es el país que más valor agregado estadounidense reimporta. ¿Qué quiere decir esto? Que no sólo vendemos, también fabricamos en conjunto, creando cadenas de valor que benefician a ambos lados de la frontera.
Pero… ¿y el T-MEC?
Aquí viene la letra chiquita: más del 50% de nuestras exportaciones a EE.UU. no utilizan el T-MEC y entran bajo reglas generales (NMF). Esto deja a productos clave como autopartes, dispositivos médicos, y hasta cerveza, vulnerables a posibles aranceles .
Cumplir con reglas de origen y elevar el contenido regional no es opcional, es urgente si queremos mantener nuestra ventaja.
Chihuahua: ¿el próximo hub del nearshoring?
Chihuahua está en el radar global. Y no es por suerte. Tiene tres cartas fuertes:
• Ubicación estratégica, con frontera directa y relaciones binacionales fuertes.
• Talento industrial en sectores como el automotriz, aeroespacial y electrónico.
• Infraestructura logística lista para recibir más inversión.
Pero el verdadero potencial viene si jugamos bien nuestras cartas. Aquí van tres áreas de oportunidad claras:
1. Educación técnica e innovación: Programas alineados con la industria 4.0, automatización, diseño y software.
2. Energía limpia y segura: Garantizar abasto energético sin cuellos de botella ni apagones.
3. Integración transfronteriza Juárez–El Paso: Una región binacional, un mismo motor económico.
¿Y ahora qué?
La oportunidad está servida. México, y especialmente Chihuahua, tienen una ventana de tiempo histórica para consolidarse como líderes industriales de América del Norte. Pero la historia no se escribe sola.
Es momento de alzar la voz, cerrar filas y construir el futuro que ya empezó.
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