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Cómo crear marcas poderosas para el mundo

Cuando Lala quiso conquistar el mundo

Para finales de los 2000s, Grupo Lala ya era el rey indiscutible del refrigerador mexicano. Más de la mitad del mercado en leche y crema era suyo, y casi un tercio del queso también. Tenían todo para sentirse cómodos en casa… pero la comodidad no es para los audaces. Lala decidió entonces mirar al exterior. Compró a National Dairy en Estados Unidos y luego a Vigor Alimentos en Brasil. Y como si eso no fuera suficiente, también hicieron un IPO (Oferta Pública Inicial) exitosísimo.

Todo pintaba bien. Una empresa mexicana expandiéndose con fuerza, invirtiendo, creciendo. Pero no todo lo que brilla es leche condensada: las apuestas en el extranjero no salieron como esperaban y, eventualmente, Lala terminó deslistando sus acciones. El sueño global se fue enfriando como un yogur olvidado en el fondo del refri.

El poder inesperado de una tote bag

Mientras tanto, en otro rincón del mundo del consumo, algo completamente distinto estaba sucediendo. Esta semana, en muchas sucursales de Trader Joe’s (un supermercado estadounidense de culto), las filas eran dignas de concierto de Taylor Swift. ¿La razón? El lanzamiento de una nueva edición de sus tote bags.

Sí, leíste bien. Bolsas de tela reutilizables. Se venden en $2.99 dólares y, sin embargo, se han vuelto tan deseadas como una edición limitada de sneakers. El New York Times reportó el furor y miles de personas compartieron su obsesión en redes sociales. ¿Qué tienen de especial? No es el precio ni el material: es el peso de la marca y su comunidad.

Trader Joe’s ha creado algo que muchas empresas sueñan tener: una base de clientes tan fieles que hacen fila para comprar su merch. Es el ejemplo perfecto del poder de las marcas de culto, esas que logran que incluso los objetos más simples se vuelvan símbolos de pertenencia.

¿Y en Chihuahua, qué?

Entonces, la pregunta es inevitable: ¿cómo replicamos un modelo así en Chihuahua? ¿Qué necesitamos para que las marcas locales despierten ese mismo nivel de emoción y lealtad?

Primero, necesitamos marcas con identidad clara y propósito auténtico. Las personas no siguen productos, siguen historias. Hay que apostar por construir relatos que conecten con lo local, con lo cultural y con lo emocional. Segundo, debemos trabajar en crear comunidad, no únicamente vender. Espacios físicos, digitales o simbólicos donde los consumidores se sientan parte de algo más grande.

También hace falta fomentar más colaboraciones entre marcas, diseñadores y creativos locales para crear productos únicos, con personalidad propia. Y ojo: el éxito no siempre depende del tamaño o del presupuesto, sino de la creatividad y de saber leer a tu audiencia. El ejemplo de las tote bags es claro: algo simple, bien pensado y con alma puede volverse viral.

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Fortalecer la marca Chihuahua, desde su corazón

Para lograr esto, es clave fortalecer la marca “Chihuahua” como un todo. Que tanto dentro como fuera del estado se reconozca que aquí hay calidad, innovación, diseño y visión. Pero más allá de eso, la capital chihuahuense debe asumirse como el corazón del norte: un punto de origen donde nacen ideas fuertes, con carácter, listas para conquistar mercados más allá de las fronteras.

Chihuahua capital un centro industrial, logístico o manufacturero, pero además es un semillero de talento, de creatividad, de cultura. Y si logramos construir una narrativa fuerte que hable de esto —que hable de nosotros—, muchas marcas locales podrán escalar y competir por ventas, por emociones.

Lo clave: pensar en experiencias, no únicamente en ventas

Chihuahua tiene talento, creatividad y productos de calidad. Pero si queremos que las marcas locales escalen a otro nivel, debemos dejar de pensar en ventas y empezar a pensar en experiencias. ¿Qué siente alguien cuando compra tu producto? ¿Qué historia estás contando? ¿A qué comunidad está entrando tu cliente?

La buena noticia es que sí se puede. Únicamente necesitamos mirar más allá del empaque y empezar a construir conexiones reales. Porque a veces, lo que hace inolvidable una marca… es tan sencillo como una bolsa de tela.