Por Jorge Cruz Camberos
Hace unos días escribí sobre la urgencia de un nuevo hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua. No era una queja: era una alerta. Porque cuando hablamos de salud pública, hablamos de vidas, de productividad y de futuro.
Hoy quiero escribir desde otro ángulo: el de las soluciones
La estrategia 2-30-100 anunciada por el IMSS —que plantea realizar 2 millones de cirugías, 30 millones de consultas de especialidad y 100 millones de consultas de medicina familiar en 2025— representa una de las apuestas más importantes de la última década. Y sí, también puede ser una gran oportunidad para Chihuahua… si hacemos equipo.
Gobierno federal, gobierno estatal y empresarios, juntos
La salud no puede seguir viéndose como un gasto, sino como una inversión en capital humano, en productividad y en paz social. Y eso se logra con alianzas.
Desde el sector empresarial estamos listos para apoyar. Podemos sumar desde nuestras áreas: incentivar campañas de prevención en centros de trabajo, donar equipamiento médico, facilitar esquemas de inversión público-privada e incluso ayudar a profesionalizar procesos con visión de eficiencia.
El gobierno estatal puede ser el gran articulador. Tiene la capacidad de conectar voluntades, romper barreras burocráticas y priorizar proyectos médicos en sus presupuestos.
Y el IMSS, como órgano federal, tiene los recursos, la experiencia y la estructura nacional para que las metas del 2-30-100 no se queden en el papel. Si se abren espacios de coordinación real con las regiones, la estrategia puede aterrizar con fuerza donde más se necesita.
Somos sobrevivientes. Y debemos actuar como tales
Debemos entender que venimos de dos pandemias en menos de dos décadas: AH1N1 y COVID-19. Ambas golpearon fuerte al país y al sistema de salud. Pero mientras la demanda de atención creció, nuestra infraestructura no lo hizo al mismo ritmo. Eso es insostenible.
Por eso, estrategias como 2-30-100 son propuestas necesarias, inteligentes y urgentes para mitigar esa deuda acumulada en servicios médicos.
El IMSS no es únicamente una institución médica. Es un estabilizador social, estratégico para el país. Cuando el IMSS funciona, las familias tienen certidumbre, las empresas tienen menos rotación, y el país crece con más estabilidad.
En Chihuahua no faltan ganas; faltan puentes
¿Y si usamos esta coyuntura para construirlos? Que de esta estrategia salga más que una meta nacional. Que surja un nuevo modelo de colaboración territorial para la salud pública.
Chihuahua puede ser el estado piloto de esa nueva forma de trabajar. Donde se unan talento médico, infraestructura moderna, empresarios comprometidos y gobiernos que escuchan.
Si lo hacemos bien, vamos a tener más que un hospital. Vamos a tener un sistema de salud digno de nuestra gente.