En tiempos donde el éxito ya no se mide solo por facturación, relojes caros o followers, una nueva generación de emprendedores en Chihuahua está cambiando las reglas del juego. No están construyendo negocios solo para ganar dinero, sino para dejar huella. Tienen propósito, tienen causa, y sobre todo, tienen claro que ser referente hoy significa ser relevante para el mundo.
El negocio como arma de cambio
La vieja escuela decía: “Haz dinero primero, después ve qué puedes devolver.” Pero los jóvenes empresarios de hoy piensan distinto: “Si no cambia algo, no me interesa hacerlo.” Esa mentalidad está provocando una revolución silenciosa, donde marcas nacen no solo para vender, sino para inspirar, impactar y transformar.
Tres ejemplos de propósito con alma chihuahuense
Lucía Olivas – Fundadora de Tierra Viva
Lucía tiene 27 años y está reforestando Chihuahua, un árbol a la vez. Su empresa, Tierra Viva, combina productos de cuidado personal sustentables con campañas activas de reforestación urbana. Por cada shampoo vendido, se planta un árbol. En 2024 cerró el año con 12 mil árboles plantados en zonas urbanas y rurales del estado. Su frase favorita: “Mi negocio no es vender jabón, es sembrar conciencia.”
Carlos Beltrán – Creador de Raza Studio
Diseñador gráfico y obsesionado con la cultura del norte, Carlos creó Raza Studio, una marca de ropa urbana inspirada en símbolos y frases del Chihuahua profundo: desde estampas de la Sierra Tarahumara hasta frases típicas de la frontera. Cada prenda cuenta una historia, y una parte de las ganancias va para becas a jóvenes artistas locales. ¿Moda? También. ¿Identidad? Sobre todo.
Andrea Ríos – CEO de NeuroAprende
Licenciada en neurociencias, Andrea detectó un problema fuerte: los estudiantes con déficit de atención eran mal diagnosticados y poco apoyados. Así que creó una plataforma digital de entrenamiento cognitivo para niños y adolescentes, mezclando neurotecnología con educación accesible. Hoy trabaja con más de 40 escuelas en Chihuahua y está por expandirse a nivel nacional.
Negocios con alma: ¿moda o nuevo modelo?
Estos jóvenes no son la excepción, son la señal. La tendencia global es clara: los consumidores buscan marcas con propósito. De hecho, según un estudio de Deloitte, el 63% de los millennials prefieren comprar a empresas que contribuyen a causas sociales o ambientales. En un mundo saturado de productos, la diferencia real no es qué vendes, sino por qué lo haces.
Y eso lo están entendiendo muy bien los nuevos referentes empresariales: ya no basta con tener un buen logo y un pitch pegajoso. Se necesita tener una historia que valga la pena contar. Y que valga la pena seguir.
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Porque el futuro de los negocios no está solo en las utilidades, sino en la utilidad. Y esa, hoy más que nunca, es la nueva forma de ser exitoso.