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Akari transforma el patrocinio deportivo en impacto social

Akari demuestra cómo un restaurante puede trascender lo culinario al apoyar el deporte local y generar un impacto social real en su comunidad.

La historia de cómo un restaurante local se volvió parte del juego

En Referente tuvimos una conversación muy especial con el equipo de Akari, un restaurante chihuahuense que ha logrado algo más que solo alimentar a sus clientes: ha inspirado una cultura de apoyo comunitario a través del deporte y la educación. Lo que comenzó como una colaboración esporádica con algunas escuelas, rápidamente se transformó en una filosofía empresarial que busca apoyar a jóvenes, deportistas y causas sociales desde la raíz.

Todo empezó de manera casual. Las escuelas cercanas los comenzaron a invitar como patrocinadores de torneos deportivos escolares. Pero en lugar de ver eso como un gasto o una obligación social, Akari vio una oportunidad: una forma genuina de construir comunidad, conectar con nuevas generaciones y posicionar su marca con propósito.

Desde entonces, su presencia ha llegado a torneos de golf, tenis, básquetbol, béisbol, pádel, y recientemente al torneo internacional femenil W50 ITF, uno de los eventos más relevantes del tenis profesional femenil en la ciudad, donde se disputan puntos de la WTA. El director general destacó que Akari tiene un firme compromiso con la responsabilidad social. Como parte de su política de apoyo al deporte y la educación, la empresa respalda iniciativas que impulsan a jóvenes estudiantes y atletas. Actualmente, patrocina a los Caudillos, participa en torneos de golf y organiza un torneo de tenis, reafirmando su interés por fomentar el desarrollo integral de la comunidad.También han estado presentes en eventos de escuelas secundarias, preparatorias y universidades con actividades como conferencias, ferias estudiantiles, carreras y eventos con causa.

Más allá del logo: el patrocinio como plataforma de transformación

Para muchos negocios, un patrocinio termina cuando se imprime el logo en una lona. Para Akari, ese es apenas el comienzo. Ellos han apostado por generar alianzas auténticas con los organizadores, docentes, entrenadores y, sobre todo, con los jóvenes. Entienden que no se trata solo de entregar bebidas o alimentos: se trata de ser parte activa del proceso de formación de nuevas generaciones.

“Nos dimos cuenta que el deporte y la alimentación saludable están íntimamente conectados”, comparten desde la dirección de Akari. “No solo estamos vendiendo un producto, estamos promoviendo una forma de vivir mejor”.

El aprendizaje ha sido mutuo. Los chicos y chicas que se acercan a pedir apoyo para sus torneos o eventos, cada vez lo hacen con más preparación. “Te entregan presentaciones, presupuestos, planes de difusión… te das cuenta de que están desarrollando habilidades de liderazgo, organización y comunicación que difícilmente obtendrían solo en el aula”.

En ese proceso, Akari ha identificado talento joven con potencial, y no solo en las escuelas. También han patrocinado a deportistas que compiten en eventos de alto rendimiento como el Ironman y el Maratón de Boston. El enfoque está claro: si una persona tiene la disciplina y el compromiso de superarse, Akari quiere estar ahí para impulsarla.

¿Cómo elegir qué eventos apoyar? Una estrategia con corazón

Muchos negocios tienen miedo de abrir la puerta al patrocinio por temor a que “les llueva” con solicitudes. En el caso de Akari, esto sí ha pasado. Pero en lugar de cerrar puertas, han definido una estrategia clara y transparente: se priorizan los eventos deportivos, estudiantiles y los que tienen una causa social bien definida. Además, se da preferencia a quienes se organizan con tiempo, presentan un proyecto sólido y muestran compromiso con el evento.

“Lo importante es que sea un ganar-ganar”, dicen. Akari no busca solo visibilidad; buscan impacto. Y ese impacto puede venir en forma de nuevos clientes, sí, pero también de algo más poderoso: reconocimiento genuino por parte de la comunidad, de las familias, de los maestros y de los mismos estudiantes.

Cada año, la empresa destina un presupuesto mayor a este tipo de apoyos. No lo ven como un gasto, sino como una inversión en su entorno. Es una práctica que ya forma parte de su cultura organizacional.

El siguiente paso: formalizar su compromiso con una fundación

Con todo este camino recorrido, Akari le gustaría algo más grande: la creación de su propia Fundación en un futuro, requiere de mucho esfuerzo, disciplina y apoyo de mucha más gente para lograrlo, -ojalá algún día lo podamos concretar- señala el director; para ayudar de una manera más directa a estudiantes y deportistas destacados.

Una invitación a otros empresarios: que cada granito de arena cuente

Uno de los mensajes más poderosos de esta entrevista es el llamado a otros empresarios y gerentes de restaurantes: no se necesita ser una gran corporación para hacer la diferencia. Akari comenzó con pequeños apoyos a escuelas cercanas, y hoy se ha convertido en un referente de cómo una empresa local puede tener un rol activo y positivo en su comunidad.

“Muchas veces creemos que para ayudar necesitamos millones, pero no es así. Desde patrocinar productos para un torneo escolar hasta apadrinar a un estudiante con potencial, cada granito de arena suma. Si más empresas se animaran a hacerlo, Chihuahua sería otro”.