Tuvimos el gusto además de platicar con Habid Alejandro Narváez Ibarra, coordinador de Transparencia de FECHAC sobre uno de los temas más ambiciosos —y necesarios— de nuestra época: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. La conversación inició con una idea poderosa: “creo que este es un plan de acción de los más importantes que existen a nivel global”. Y es que sí, los ODS no son únicamente un conjunto de buenos deseos. Son una hoja de ruta concreta, con metas medibles y una fecha límite que cada vez se siente más cerca: el 2030.
Un mapa común para problemas globales
Para poner contexto: desde 2015, 193 países decidieron sentarse a pensar juntos en cómo resolver los grandes problemas que nos afectan a todos —desde la pobreza y la educación, hasta la paz y la salud del planeta. Así nació la Agenda 2030, con 17 objetivos que buscan cambiar el rumbo de nuestras sociedades. Pero una de las claves del éxito es el involucramiento de todos los sectores: gobiernos, empresas, sociedad civil y, claro, Fundaciones como FECHAC.
Desde esta trinchera local, FECHAC decidió hacer un ejercicio profundo de introspección: ¿a qué ODS están realmente abonando sus proyectos? Para responderlo, no bastaba con adivinar. Se armó una metodología que permitió mapear, con lupa y mucha colaboración, cómo se conectan sus programas sociales con estos objetivos globales.
Y no fue cualquier cosa. Este proceso incluyó capacitaciones, mesas de trabajo, un “museo itinerante” de los ODS y la participación de expertos. Todo con el fin de alinear cada proyecto con metas e indicadores concretos. En palabras del equipo, “fue un ejercicio muy padre porque en cada mesa la alineación era distinta, y dependía del conocimiento profundo que se tenía del proyecto”.
Los ODS que más resuenan en Chihuahua
¿Y cuáles son los ODS en los que más se está invirtiendo desde Fundación? Salud y bienestar (ODS 3), educación de calidad (ODS 4), paz y justicia (ODS 16) y alianzas (ODS 17). No es coincidencia. Estas metas están totalmente alineadas con las áreas de enfoque de la organización: salud, educación y capital social.
Un caso particularmente interesante fue el del modelo ADN, que aborda temas tan diversos como la nutrición, la formación humana a través del arte y la prevención de violencia infantil. En su análisis, resultó estar más ligado al objetivo de paz, más allá del simple rubro de educación. “No era sólo que los niños corrieran o pintaran, sino que hubiera un entorno seguro y digno donde desarrollarse”, compartieron.
Y aunque hubo 16 de los 17 ODS que lograron vincular con sus acciones, uno se quedó fuera: el 14, que tiene que ver con la vida submarina. “Por más que lo intentamos, no hubo manera de alinear nada ahí… y tampoco era la intención forzarlo”, nos dijeron entre risas.
¿Y cómo vamos como estado?
Según el estudio más reciente del Citibanamex, Chihuahua se posicionó en el lugar número 10 a nivel nacional en cuanto al cumplimiento de los ODS. Eso habla bien del esfuerzo conjunto, aunque el mismo informe advierte que aún hay muchos indicadores en amarillo y rojo. Sólo tres estaban en verde.
Lo interesante es cómo este tipo de ejercicios ayudan a detectar dónde están las oportunidades de mejora. “Lo que no se mide, no se mejora”, como dice el dicho. Y medir, en este caso, es también invitar a más personas a involucrarse, desde lo institucional hasta lo personal.
El impacto empieza desde lo local
Uno de los aprendizajes más grandes que compartieron fue este: no hay esfuerzo pequeño. Cada persona, cada grupo, cada comunidad tiene algo que aportar. Desde no desperdiciar alimentos, hasta ahorrar energía o apoyar proyectos sociales. “Todos habitamos el mundo, y el cambio no depende sólo del gobierno o de las grandes empresas. Nos toca a todos”, nos recalcaron.
Y por eso, este proceso no se va a quedar en una evaluación aislada. La idea es continuar con esta medición, integrarla como parte de la cultura organizacional y compartir lo aprendido con otras Fundaciones, empresas, escuelas y universidades.
La invitación está abierta: súmate a la Agenda 2030
Como cierre, el mensaje es claro: si queremos un mundo más justo, saludable y sostenible, tenemos que actuar juntos. Conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible es el primer paso, pero lo importante es sumarse desde donde estemos. Y no importa si eres un estudiante de secundaria o parte del staff de una Fundación: cada acción cuenta.
Así que, si te preguntabas cómo puedes poner tu granito de arena… empieza por aquí. Porque como bien nos dijeron: las acciones locales también transforman lo global.