Jorge Cruz Camberos
Reconocimiento nacional
Chihuahua acaba de obtener la mejor calificación nacional en percepción empresarial, según la Encuesta de Percepción sobre el Empresariado y el Capitalismo (EPEC 2024), elaborada por el Centro Eugenio Garza Sada. La ciudadanía local reconoce que el empresariado impulsa progreso, genera empleo y se involucra en el desarrollo de la ciudad.
Confiabilidad y cercanía
A nivel nacional, solo el 49% de la población dice confiar “mucho” o “algo” en el empresariado. Pero cuando se trata del empleador directo, esa cifra sube al 70%. En Chihuahua, la percepción es aún más positiva, con la mayor calificación a nivel nacional.
Expectativas claras sobre el rol empresarial
Según la encuesta: 70% de las personas considera que los empresarios deben participar en la solución de los problemas públicos. Las tres prioridades de la ciudadanía hacia las empresas son:
Salarios justos (45%)
Cuidado del medio ambiente (13%)
Combate a la corrupción (12%)
¿Qué buscan los jóvenes colaboradores?
Entre los equipos más jóvenes, especialmente post-pandemia, las prioridades son claras:
Flexibilidad de horarios
Seguro privado de salud
Sentido de propósito y contribución social
La confianza en el IMSS es baja. Las empresas con mejores prácticas laborales logran mayor compromiso y menor rotación.
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Medio ambiente: también es tarea empresarial
A pesar de la alta percepción positiva, muchas personas atribuyen la contaminación a las empresas. Esto refuerza la urgencia de comunicar y fortalecer iniciativas como Chihuahua Green, que incluye:
Economía circular
Manejo responsable del agua, energía y residuos sólidos.
Conversar más allá del periodo electoral
El reconocimiento social no basta. Es fundamental:
Comunicar lo que hacen FECHAC, FICOSEC y sus fideicomisos.
Hablar de los avances con el equipo todos los días, no sólo en campañas.
Escuchar activamente a las y los colaboradores.
Chihuahua lidera la percepción nacional sobre el empresariado. Pero este logro debe ir acompañado de una comunicación clara, mayor cercanía con el equipo, prácticas ambientales responsables y visibilidad de los impactos sociales.
Ya estamos en camino. Pero aún podemos —y debemos— hacer más.