Educación que transforma, construida con corazón
Hoy no venimos a hablar de cualquier escuela. Hoy venimos a contar una historia de esas que dejan huella: la del Colegio Sol de Oriente, una iniciativa que nació de la alianza entre la Fundación del Empresariado Chihuahuense (FECHAC), Quinta Amigo A.C., Promesa Educativa para México y el Consejo Local Chihuahua, con un objetivo muy claro: cambiarle la vida a más de 400 niños y niñas del oriente de la ciudad.
Con una inversión conjunta y el respaldo de más de 600 familias, empresarios, empleadores y los gobiernos estatal y municipal, este proyecto educativo ya alcanza un 95% de avance en su construcción y está listo para ser un faro de oportunidades para la niñez chihuahuense.
“Obras como estas van a dejar huella en la comunidad”, declaró Emilia Meléndez Villegas, presidenta de FECHAC.
Infraestructura de primer nivel para un futuro brillante
La directora del proyecto, Regina Solís, nos dio un recorrido por el nuevo plantel que comenzó a levantarse en diciembre de 2024. El colegio cuenta con estacionamiento, casetas de acceso, rampas, elevador con doble puerta para personas con alguna discapacidad, control de acceso y todas las medidas de seguridad, desde extintores hasta detectores de humo y salidas de emergencia.
Además, cada aula —para 32 estudiantes— tiene aire acondicionado, ventanas con protección solar, proyectores, puertas de seguridad y una distribución pensada para el bienestar y la seguridad de los alumnos. La planta baja será para primaria y la parte alta para secundaria, donde también habrá biblioteca, laboratorio de química, área de psicología, y sala de maestros.
Y sí, incluso en lo visual habrá inspiración: los pasillos estarán decorados con murales positivos en inglés de Promesa Educativa, diseñados para motivar a los niños a soñar en grande.
“Queremos que un niño se sienta digno, atendido, que tenga esa motivación extra para decir: yo quiero graduarme, yo puedo ser el factor de cambio en mi familia”, agregó Emilia Meléndez.
Una comunidad movilizada y una metodología que hace la diferencia
El modelo educativo no es cualquier cosa. Está basado en la filosofía de KIPP (Knowledge Is Power Program), adaptado al contexto mexicano. Aquí no solo se enseña, se forma carácter. El 51% del enfoque es en valores, disciplina, fortaleza emocional y liderazgo, acompañado por un equipo de psicología que detecta y canaliza cualquier situación de riesgo.
La cocina industrial servirá dos comidas diarias para los alumnos, y además, se ofrecerán talleres para madres y padres de familia. Todo este ecosistema educativo fue posible gracias a donaciones de empresas locales, como Interceramic, y a familias como los Rodríguez y Baguer, que aportaron recursos para la construcción y operación.

“Este no es un proyecto más. No hay otro igual en todo el estado de Chihuahua”, aseguró Luis Barrio Ramírez, presidente estatal de FECHAC.
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Un nuevo referente nacional nace en Chihuahua
El Colegio Sol de Oriente no es un granito de arena: es un movimiento que promete erradicar la deserción escolar y sembrar esperanza en una zona históricamente olvidada. Es un símbolo de lo que pasa cuando sociedad civil, iniciativa privada y gobierno se alinean con un propósito claro: construir futuro desde la niñez.
“Que el valor de comunidad con edificios como éste, le va dando ideas a otros inversionistas que vengan a meter aquí su dinero”, concluyó Meléndez.
En agosto, el colegio abrirá sus puertas para iniciar con el ciclo escolar 2025-2026, pero su legado ya comenzó. Porque cuando educamos con propósito, no solo formamos estudiantes, formamos generaciones que van a cambiar Chihuahua para siempre.
Finalmente, FECHAC, lo que busca es que las familias tengan tiempo de calidad, porque el niño en la parte educativa, por eso es importante este tipo de proyectos no se repite en todas parte.