Por Jorge Cruz Camberos
En un mundo hiperconectado, con noticias que van desde elecciones polarizadas en EE.UU. hasta guerras en Medio Oriente o Europa del Este, es fácil caer en la tentación de pensar que el destino de Chihuahua depende de lo que pase allá afuera. Pero esa idea, aunque popular, es incompleta. Como bien dice el analista geopolítico Peter Zeihan: “La clave no está en lo global, sino en lo local. Lo que ustedes hagan en su territorio es lo que realmente cuenta.” Y tiene razón.
La historia económica y social de Chihuahua no la define Trump, ni Teherán, ni Moscú. La definimos nosotros: desde las decisiones que se toman en nuestras cámaras empresariales hasta las que se construyen en las colonias, en las universidades, en los talleres y startups que nacen cada semana.
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Industrialización con sentido: ¿Para qué queremos crecer?
Hoy, más que nunca, tenemos una oportunidad única para acelerar la industrialización de Chihuahua. No sólo como un tema económico, sino como un proyecto de vida para millones de personas. Se trata de crear empleos mejor pagados, atraer talento, cuidar el agua y el territorio, y asegurar que cualquier joven de 20 o 30 años tenga razones reales para quedarse aquí y construir futuro.
El “Pacto por el Desarrollo y la Prosperidad” —impulsado por empresarios, universidades, sociedad civil y ahora incluso los equipos de los precandidatos de todos los partidos— busca eso: construir una visión común que trascienda sexenios y colores. Un acuerdo de fondo para mejorar la educación técnica, fortalecer la infraestructura, abrir oportunidades en salud, y sí, también competir con fuerza frente a estados como Nuevo León o el bajío.
Las 4 claves de Peter Zeihan para Chihuahua
Durante su visita a México, Zeihan dejó varios mensajes que vale la pena tomar en serio:
1. Inviertan en infraestructura propia. No esperen a que el gobierno federal haga todo. Si quieren competir, conéctense mejor: carreteras, ferrocarril, energía, internet.
2. Apuesten por la educación técnica. No todo es Silicon Valley. Lo que viene es manufactura avanzada, mantenimiento, logística e inglés. El talento local es la joya más valiosa.
3. Fortalezcan sus vínculos con Estados Unidos. Especialmente Texas y Nuevo México. Más que exportar productos, exporten confianza, seguridad y consistencia.
4. No se distraigan con la política internacional. Mientras algunos se pierden en discursos geopolíticos, otros están trabajando en atraer inversiones, entrenar gente y construir comunidad.
Entonces… ¿qué sigue?
Lo que sigue es responsabilidad compartida. Desde el sector privado, el mensaje es claro: queremos colaborar con cualquier gobierno que ponga a Chihuahua por delante. Pero también necesitamos ciudadanos exigentes, participativos, críticos y creativos.
Porque al final del día, crecer no es tener más fábricas. Es tener mejores condiciones de vida. Es que alguien en Chihuahua, en Ciudad Juárez, en Parral o en la sierra pueda vivir tranquilo, con acceso a salud, empleo digno y un entorno que le permita soñar.
Lo que pase en el mundo importa, pero lo que pasa aquí lo decidimos nosotros.