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Las maravillas ocultas de la Sierra que empiezan en el Parque Barrancas

Rutas, experiencias y rincones que sólo los viajeros curiosos descubren

Cuando uno llega al Parque de Aventura Barrancas del Cobre, lo primero que deslumbra es la inmensidad. El teleférico, la tirolesa más larga del mundo, los miradores que parecen flotar sobre la profundidad del cañón… Pero más allá del asombro inmediato, empieza un viaje distinto para quienes están dispuestos a salirse del camino turístico convencional.

En las inmediaciones del parque y a lo largo de la sierra tarahumara, existen rutas alternas y comunidades que ofrecen un tipo de turismo más auténtico, más humano y profundamente transformador. Aquí te contamos de algunas joyas poco conocidas que hacen de esta región un paraíso para los que buscan algo más que la selfie en el mirador.


🥾 Senderos con alma: Caminatas más allá del circuito principal

Los caminos tradicionales que conectan a las comunidades rarámuri —como el que lleva a Cusarare o el que bordea el cañón rumbo a Rejogochi— no solo ofrecen paisajes imponentes: te regalan una dosis de silencio, introspección y encuentro con una forma de vida que respeta el tiempo y la tierra. Muchos de estos senderos pueden recorrerse con guías locales, quienes además comparten historias, leyendas y formas de interpretar el entorno.


🏕️ Hospedaje con sentido: Cabañas y posadas comunitarias

Muy cerca del parque, hay proyectos como Entre Amigos, en Areponápuchi, o posadas comunitarias operadas por familias rarámuri en Bahuichivo y Batopilas, que invitan al visitante a dormir sin prisa, comer tortillas recién hechas en fogón y participar en actividades que van desde el tejido tradicional hasta el cultivo en huertos familiares. Aquí no eres turista: eres invitado.


🎭 Fiestas, danzas y música: Un calendario vivo de cultura

Si tienes suerte, puedes coincidir con celebraciones tradicionales como la Yúmare o alguna fiesta patronal en la región. Más que espectáculos, son encuentros genuinos donde la comunidad se expresa desde lo más profundo de su identidad. Participar —siempre con respeto y guía— es una de las experiencias más enriquecedoras que puedes tener en la Sierra.


🍲 Cocina serrana: Sabor que no aparece en los menús turísticos

El pinole, el tesgüino, los guisos de quelites, la carne seca al sol… Comer en estas rutas alternas es probar la historia en cada bocado. Hay cocineras tradicionales que te invitan a su casa y pequeños comedores familiares donde lo simple sabe a cielo abierto.


📸 Turismo con causa: Lo que dejas también importa

Muchos de estos proyectos son impulsados por organizaciones locales que trabajan con enfoque de turismo sustentable y justicia social. Cuando eliges estos caminos, no solo te llevas una experiencia inolvidable: también dejas una derrama económica justa en comunidades que han aprendido a hacer del turismo una forma digna de vida.


🌄 Un nuevo tipo de viaje comienza aquí

El Parque Barrancas del Cobre es la puerta de entrada. Pero lo que realmente transforma es lo que ocurre cuando te animas a caminar más allá del mapa, cuando te dejas guiar por quienes han habitado estas tierras por siglos.

La Sierra Tarahumara no solo se ve: se escucha, se saborea y se comparte. Y esas son las maravillas que no caben en una postal, pero sí en el corazón del viajero.