El secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña Grajeda, expresó su preocupación por la crisis migratoria que está afectando a los estados de Coahuila y Chihuahua, en la frontera norte de México.
Según señaló, esta situación no sólo afecta los derechos humanos, sino que también ha generado un colapso económico en la región.
Impacto económico en la región fronteriza
De acuerdo con el funcionario, las autoridades estadounidenses han decidido limitar la entrada y el tráfico de mercancías de sur a norte, así como de norte a sur, debido a la creciente necesidad de atender a las personas que intentan ingresar a Estados Unidos. Esto ha creado un desequilibrio en la zona fronteriza, ya que México no ha logrado establecer un orden migratorio eficiente.
La falta de control migratorio ha provocado una saturación en las fronteras con migrantes provenientes de Centro y Sudamérica. Ante esta problemática, el gobierno de Estados Unidos ha puesto en pausa el comercio transfronterizo, permitiendo que su personal se enfoque en el gran número de personas que transitan por territorio mexicano con el objetivo de llegar a la frontera.
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La crisis migratoria tiene multiples dimensiones
Este escenario ha generado efectos colaterales, como quedó evidenciado recientemente en Ciudad Juárez, donde el municipio anunció la instalación de un nuevo albergue para los migrantes. Sin embargo, los vecinos de la zona sur oriente de la ciudad han manifestado su oposición a esta medida.
El secretario de gobierno enfatizó que esta crisis tiene múltiples dimensiones, incluyendo la humanitaria, la seguridad y la salud. Además, destacó que es necesario que el gobierno federal mexicano establezca un control más estricto sobre el ingreso de extranjeros al país, ya que esta es una facultad exclusiva de la federación que no se está cumpliendo.
“Es hora de poner orden en la migración y garantizar que las personas puedan realizar sus desplazamientos de manera segura y ordenada”, señaló el funcionario. Asimismo, recalcó la importancia de proteger los derechos de los connacionales y brindarles la ayuda necesaria en este proceso.
Una llamada a la colaboración y la acción
La crisis migratoria ha comenzado a colapsar la infraestructura de Ciudad Juárez, ya que la ciudad no cuenta con la capacidad para recibir a miles de personas en situación de movilidad. Es urgente tomar medidas para abordar esta problemática y evitar un deterioro mayor en la calidad de vida de los migrantes y de los habitantes de la región.
La solución, según el secretario de gobierno, radica en establecer una migración ordenada que garantice la seguridad y el bienestar de todas las personas involucradas. Es hora de actuar y enfrentar el origen del problema, que se encuentra en un descontrol y una entrada desmedida de extranjeros a territorio mexicano.
Sin lugar a dudas, esta crisis migratoria trasciende la esfera local y ya nos afecta a todos como sociedad. Es momento de buscar soluciones colaborativas y tomar acciones concretas para enfrentar este desafío humanitario, de seguridad y de salud que no cesa.
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