El envase que cambió el mundo
Probablemente lo has tenido en tus manos más veces de las que puedes contar: un envase de cartón con leche, jugo o alguna bebida vegetal. Pero detrás de esa tecnología hay una historia que muy pocos conocen. Todo comenzó en 1951, cuando el sueco Ruben Rausing fundó Tetra Pak, una empresa que transformó para siempre la industria de los alimentos al crear un envase higiénico, práctico y mucho más económico que el vidrio.
Junto con el ingeniero Erik Wallenberg, desarrolló el primer envase en forma de tetraedro, que dio nombre a la compañía. Con el tiempo, la empresa introdujo la tecnología de envasado aséptico, que permite conservar alimentos sin necesidad de refrigeración. Esta innovación no solo revolucionó la distribución de productos lácteos, sino que la posicionó como una marca clave en la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo.
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Cifras que impresionan
Tetra Pak hoy es parte del Tetra Laval Group, y opera en más de 160 países. Únicamente en el último año, produjo 180 mil millones de envases y generó ingresos por 18,500 millones de dólares, siendo líder global en soluciones de procesamiento y empaque de alimentos y bebidas.
Pero detrás de ese éxito hay algo más: un bajo perfil que ha sido cuidadosamente cultivado por la familia fundadora.
Una fortuna silenciosa: el otro legado de los Rausing
Mientras Tetra Pak sigue expandiéndose, la familia Rausing —sus fundadores— ha construido discretamente un portafolio financiero gigantesco. A través de entidades en diferentes países, han reunido inversiones por más de 9,000 millones de dólares, repartidas en más de 100 compañías alrededor del mundo.
Entre sus apuestas principales están grandes nombres del sector de sabores, fragancias e ingredientes industriales:
- IFF (International Flavors & Fragrances)
- Givaudan, empresa suiza líder en fragancias
- Linde Plc, gigante de los gases industriales
- Sensient Technologies, especialista en ingredientes de especialidad
- SIG Group, otra firma clave en el sector de empaques
Este portafolio, poco conocido hasta hace poco, muestra que la familia ha diversificado su fortuna lejos del ruido mediático, pero con un olfato preciso para negocios estratégicos y sostenibles.
Del cartón a la élite global
Tetra Pak ha pasado de ser una solución simple de envasado a un símbolo de eficiencia y sustentabilidad. Hoy, la marca está presente en escuelas, hospitales, supermercados y hogares de todo el mundo. Y mientras tanto, la familia Rausing sigue al mando desde las sombras, fiel a su estilo reservado, pero con una influencia que trasciende fronteras.
¿Y qué con México?
En nuestro país, Tetra Pak tiene una presencia clave, con plantas productivas y centros de innovación tecnológica que abastecen a toda Latinoamérica. Además, ha impulsado programas de reciclaje y sostenibilidad, en alianza con gobiernos y comunidades locales. La huella del empaque sueco no solo está en la alacena, también en la cadena de valor de muchas industrias nacionales.
Industria, empaque y oportunidades en el norte
En un estado como Chihuahua, donde el sector agroindustrial y el de manufactura están en auge, los empaques no sólo son necesarios, son estratégicos. Cada vez más empresas locales están volteando a ver soluciones sostenibles, seguras y eficientes para conservar sus productos. Desde las empacadoras de lácteos en Delicias, hasta las procesadoras de alimentos en Cuauhtémoc, el tipo de tecnología que ofrece Tetra Pak se convierte en una pieza clave del engranaje productivo.
Tetra Pak no sólo empaca alimentos, también encapsula una lección de visión a largo plazo, innovación y estrategia silenciosa. Porque a veces, el poder real no necesita hacer ruido.
