La visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Ciudad Juárez dejó algo más que discursos políticos. Entre anuncios y gestos, se dibujan pistas claras de hacia dónde puede moverse la economía de Chihuahua en los próximos años. Y lo interesante es que no todo impacta igual: la frontera y el centro-sur del estado tienen oportunidades distintas, pero complementarias.
Juárez: músculo maquilador + integración social
En la frontera, la presidenta puso sobre la mesa tres fichas clave:
• Estancias infantiles y apoyos sociales → suena doméstico, pero en Juárez esto significa más mujeres integrándose a la maquila y menos rotación laboral. La ciudad lo necesitaba.
• Carreteras y mejoras urbanas → menos tiempos de traslado, menos costos logísticos. En una economía que vive del “just in time” con EE.UU., esto vale oro.
• Discurso pro-migrante → reconocer a la comunidad migrante como motor económico manda un mensaje fresco: Juárez no solo contiene, también integra. Eso puede abrir espacio para políticas binacionales y atraer inversión que busca talento diverso.
En síntesis: Sheinbaum le da a Juárez un paquete de competitividad social y logística, que si se implementa bien, hará más fuerte a la maquila y consolidará su rol de hub transfronterizo.
Chihuahua centro y sur: la revolución del agua
El anuncio estelar llegó en clave agro: más de mil millones de pesos para tecnificación de riego en distritos agrícolas de Chihuahua.
• Esto es game changer para la producción de nuez, maíz y alfalfa.
• Ahorrar agua y aumentar rendimiento no solo eleva la rentabilidad de los productores: también reduce tensiones por la gestión hídrica, un tema que ha sido piedra en el zapato para el estado.
• A mediano plazo, puede generar un efecto de arrastre hacia la agroindustria, la logística y la exportación con Juárez como puerta de salida natural.
Para el centro y sur del estado, este movimiento significa modernización productiva real. Chihuahua puede dejar de estar rezagado en inversión federal y colocarse en el mapa agroexportador con más fuerza.
El contraste con AMLO
Vale la comparación: durante el sexenio de López Obrador, Chihuahua estuvo prácticamente en la lista negra de inversiones federales. Con Sheinbaum, al menos en el arranque, vemos una intención de conectar con la competitividad regional y no sólo con programas asistenciales.
Lo que sigue
La competitividad de Chihuahua se juega en dos tableros:
• Juárez → inclusión social + movilidad logística + política migrante.
• Centro-sur → tecnificación agrícola + gestión del agua + agroindustria.
Si ambos se fortalecen, el estado podría presentarse no como un territorio dividido, sino como un ecosistema complementario: maquila de clase mundial en la frontera y agroindustria tecnificada en el interior.
Y ahí está la clave: que estos anuncios no se queden en promesas, sino en palancas reales para que Chihuahua compita mejor dentro y fuera de México.