Top 5 Esta semana

Conoce nuestra revista impresa

Lo que tu foto dice de ti (y de tu bolsillo): la nueva cara de la IA

Hoy en Referente desmontamos un fenómeno que suena sacado de una película de ciencia ficción: que una simple foto tuya podría estar revelando mucho más de lo que crees — incluyendo cuánto ganas. Un reciente artículo de El Economista explica cómo los sistemas de visión por computador e inteligencia artificial están pasando de identificar rostros u objetos a inferir datos personales sensibles. En este artículo vamos a ver qué está pasando, por qué debería importarnos y qué podemos hacer al respecto.

1. ¿Cómo funciona esta “lectura” de nuestra imagen?

Los algoritmos ya no se limitan a decir “aquí hay una cara” o “aquí hay un gato”: están avanzando hacia lo que se llama interpretación semántica. Por ejemplo, cuando subimos una foto a una red social, pueden analizarla con herramientas como Google Vision API que “extrae información valiosa de imágenes, documentos y vídeos”. Así, lo que vemos como una simple imagen es leída también por máquinas que buscan patrones estadísticos. En un experimento citado, una herramienta llamada TheySeeYourPhotos analizó una sola fotografía y de ella dedujo desde origen étnico hasta nivel de ingresos estimado (entre 25 000 y 35 000 euros).

2. ¿Qué implicaciones tiene para nuestra privacidad?

El hecho de que una foto pueda ser utilizada para inferir información tan personal nos pone frente a varios retos:

Perfilado económico y social oculto: Si un algoritmo cree saber cuánto ganas, qué ideología tienes o qué rasgos de personalidad tienes, puede segmentarte para publicidad, empleo u otros usos sin tu consentimiento pleno.

Sesgos y errores de inferencia: Estas herramientas pueden equivocarse o basarse en patrones sesgados (por ejemplo, extrapolar ingresos según apariencia, entorno o pose). Esto abre la puerta a discriminación o conclusiones injustas. (Relacionado al concepto de sesgo algorítmico).

Manipulación informativa: Si un sistema “lee” de tu imagen que tienes características específicas, puede colocarte en “burbujas de filtro” que refuerzan tus creencias o perfil económico, limitando lo que ves.

En resumen: tu imagen es un dato más del que quizá no eres consciente que estás entregando.

3. ¿Por qué importa este tema para regiones como Chihuahua y para México?

Aunque el artículo se centra en la tecnología en general, hay algunas aristas que nos importan particularmente en nuestro contexto:

En un país con desigualdad económica como México, la posibilidad de que se infiera nivel de ingresos o estatus sólo por la apariencia abre preguntas sobre equidad, acceso y discriminación.

En estados como Chihuahua, donde la tecnología, la manufactura y la industria están creciendo, también crece la digitalización: nuestras imágenes, redes, dispositivos, podrían estar siendo analizados más de lo que pensamos.

Como ciudadanos digitales, debemos entender que subir una imagen, usar redes sociales o estar en plataformas tecnológicas no es inofensivo: estamos generando datos que podrían utilizarse para fines que no controlamos completamente.

Así, este tema no es solo “tecnológico” sino “social” y “local”.

LEER MÁS: Más de 700 millones de usuarios usan cada semana ChatGPT

4. ¿Qué hacer para protegernos y exigir mejores prácticas?

Aquí algunas recomendaciones para estudiantes, profesionales, emprendedores y ciudadanos en general:

Cuida qué compartes: Revisar la configuración de privacidad en fotos y redes sociales. Piensa “¿qué podría inferirse de esta imagen?” antes de subir.

Infórmate sobre los derechos digitales: Saber qué datos estás entregando, para qué pueden usarse, y qué regulaciones existen (o deberían existir) en México para proteger tu privacidad.

Exige transparencia a las plataformas: ¿Te explican qué datos recopilan, qué algoritmos usan, con qué finalidad y si tú puedes optar por no participar? Ese tipo de transparencia es clave.

Promueve la alfabetización digital en tu entorno: En escuelas, empresas, comunidades de Chihuahua, que la gente entienda qué implicaciones tiene la “carga de datos visuales”. Esto fortalece la sociedad digital.

Apoya la regulación y ética en IA: A nivel institucional, es importante que se contemplen normas sobre uso de visión artificial, segmentación y perfilado automatizado. Sin buen marco legal, las brechas se amplían.

Si adoptamos estas prácticas, estamos más preparados para navegar en un entorno digital cada vez más complejo.

El hecho de que una simple foto pueda revelar —o al menos sugerir— datos tan íntimos como cuánto ganas, qué ideología tienes o qué rasgos de personalidad posees, es un llamado de atención para todos nosotros, especialmente en México y en estados como Chihuahua donde la digitalización avanza rápidamente.

Este tipo de tecnología no es mala per se, pero sí requiere que nosotros como usuarios estemos informados, conscientes y exigentes. La privacidad, la equidad y la dignidad digital no deben quedar al azar. Así que la próxima vez que subas una foto, recuerda: quizá no eres tú quien “muestra” lo que ve, sino un algoritmo que “lee” mucho más de lo que creías.

En definitiva: estar digitalmente despierto es tan importante como estar profesionalmente activo.