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Temu y Shein pierden la ventaja: el duro golpe a las compras baratas

Si alguna vez pensaste que tu mamá se estaba pasando con sus pedidos de Temu, prepárate: su racha de gangas ya tiene los días contados… y la tuya también.

Desde mayo de 2025, Estados Unidos cerró una “puerta trasera” que permitió que plataformas como Shein y Temu se hicieran virales: el famoso “de minimis”, una exención que dejaba entrar productos menores a 800 dólares sin pagar impuestos si venían directo al consumidor. Resultado: gadgets, ropa, maquillaje y toda clase de tesoros chinos llegaban a tu casa sin costo extra (más que el envío express).

Pero eso ya se acabó

Ahora, cada paquete que venga desde China o Hong Kong paga una tarifa del 30% de su valor o 25 dólares por artículo (lo que sea más). Y a partir de junio, la tarifa subió a 50 dólares por pieza. Así de claro. Es un golpe directo al modelo de negocio ultra low-cost que hizo despegar a estas apps.

¿Y en México qué?

Aunque esta medida se tomó en EE.UU., el impacto se siente en todo el continente. En México también hemos visto cómo Shein y Temu se volvieron protagonistas del e-commerce, y no han faltado voces (como la de la presidenta Claudia Sheinbaum) que piden revisar cómo operan estas plataformas. ¿La razón? No es solo cuestión de impuestos o aduanas, sino de justicia para el comercio local.

Mientras emprendedores y negocios mexicanos pagan impuestos, enfrentan regulaciones y compiten por precios, estas apps han navegado por rutas más que cómodas. No se trata de frenar la innovación o el comercio global, sino de poner el piso parejo.

¿Una oportunidad para lo local?

Este cambio puede sentirse como una mala noticia para los fans del shopping barato y rápido, pero también abre una ventana de oportunidad para las marcas mexicanas. Si los pedidos internacionales se encarecen y tardan más, ¿por qué no voltear a ver lo que se hace aquí? Hay calidad, diseño, buenos precios… y sí, sin esperar tres semanas a que llegue tu blusa desde Shenzhen.

El mundo está ajustando las reglas del juego. Y México, con el nuevo gobierno en marcha, podría estar por hacer lo mismo. Tal vez el futuro esté menos en paquetes misteriosos de Asia y más en apoyar lo hecho cerca de casa.