Por Jorge Cruz Camberos
En Chihuahua nos encanta decir que somos una ciudad de trabajo, de carácter y de orgullo. Y es verdad. Pero si queremos llevar ese orgullo a su siguiente nivel, tenemos que hablar de algo que casi nunca se discute con claridad: el ingreso familiar.
Porque al final, el verdadero termómetro del progreso de una ciudad no está en los anuncios de inversión ni en las placas de inauguración… sino en lo que entra cada mes en la cuenta de las familias.
Y hoy, tenemos un reto serio.
El piso mínimo: un salario digno que aún no alcanza para todos
Datos sencillos, pero contundentes:
– Un salario digno individual en Chihuahua ronda los $11,500 al mes.
– Si en una casa trabajan dos adultos, el salario digno por hogar debería ser por lo menos $23,000.
Pero aquí viene lo fuerte:
Cerca del 20% de la población ocupada en Chihuahua gana menos de $11,500.
Eso significa que miles de familias están por debajo incluso del estándar mínimo para vivir con estabilidad.
Este es el primer espejo que tenemos que ver.
Una ciudad aspiracionista necesita estándares aspiracionistas
Un ingreso digno sirve para sobrevivir.
Pero Chihuahua no es una ciudad que solo quiere “salir del paso”.
Somos una comunidad que aspira.
Que trabaja por más.
Que quiere que sus hijos vivan mejor.
Por eso, una ciudad como la nuestra debería aspirar a que cada hogar tenga al menos $35,000 pesos mensuales.
Ese es el punto donde una familia deja de batallar y empieza a construir: educación extra, ahorro, movilidad, salud, oportunidades reales.
Es el punto donde comienza la movilidad social.
El objetivo mayor: un ingreso ATM de $70,000 por hogar
Ahora vámonos al verdadero estándar que puede cambiar la historia de Chihuahua: un ingreso total mensual por hogar (ATM) de $70,000 pesos.
¿Suena ambicioso? Sí.
¿Es posible? También.
Y no es un número al aire.
Es el nivel donde una familia realmente progresa:
– Construye patrimonio.
– Inicia inversiones.
– Accede a educación de mayor calidad.
– Se protege con seguros.
– Rompe ciclos de vulnerabilidad.
Ese es el salto que define si Chihuahua se convierte en una ciudad más del norte… o en la referencia del norte.
Tenemos el potencial, pero nos falta alineación
Nuestra economía ya genera miles de empleos bien pagados.
El problema es que no los genera para todos.
Hay que empujar el talento, elevar la capacitación, mejorar la productividad, y atraer industrias que paguen mejor, no solo más.
Industria avanzada, servicios profesionales, logística, tecnología, sectores creativos, salud especializada, turismo de alto valor… ahí está el futuro.
La pregunta es: ¿vamos a alinearnos para lograrlo?
Lo que me toca hacer a mí
Yo estoy metido de lleno en esto.
Quiero empujar la movilidad social desde todos los frentes posibles:
– Conectar talento con mejores oportunidades.
– Impulsar educación financiera y patrimonial.
– Promover rutas claras de escalamiento salarial.
– Alinear actores que hoy trabajan aislados.
Mi visión es sencilla: si elevamos el ingreso de las familias, elevamos a toda la ciudad.
Chihuahua está listo para su siguiente capítulo
Este es el momento de dejar de administrar la realidad y empezar a transformarla.
De pasar del “ahí la llevamos” al “vamos por más”.
De ver el ingreso como un tema económico… a verlo como un derecho y una responsabilidad.
Un ingreso digno es el piso.
Un ingreso aspiracional es la ruta.
Un ingreso ATM de $70,000 es el verdadero destino.
Si queremos un Chihuahua más fuerte, justo y competitivo, tenemos que construirlo desde la economía familiar.
Y te puedo asegurar algo: cuando Chihuahua decide avanzar, avanza.
















