El comercio electrónico y su huella oculta
Cada vez que hacemos un pedido en línea y lo recibimos en la puerta de nuestra casa, hay un impacto que no vemos: las emisiones de carbono. Desde la electricidad que consume un centro de distribución, hasta el transporte de última milla, los empaques, las devoluciones y hasta el almacenamiento en servidores, todo suma gases de efecto invernadero que afectan al medio ambiente.
El crecimiento del comercio electrónico en México ha hecho evidente que medir estas emisiones ya no es opcional. No se trata de relaciones públicas, sino de encontrar cómo reducir costos logísticos, optimizar recursos energéticos y, al mismo tiempo, ganar competitividad.
¿Qué significa medir emisiones?
Medir implica desagregar por etapas: origen, depósito, distribución, entrega y devolución. También implica reconocer los distintos actores involucrados: plataformas como Amazon o Mercado Libre, retailers como Walmart y Coppel, operadores de última milla como Rappi y UberEats, e incluso las ventas que ocurren por redes sociales.
Cada paso cuenta y, si se hace bien, la medición puede convertirse en un motor de eficiencia, innovación y crecimiento económico con responsabilidad ambiental.
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Chihuahua: más que un estado competitivo
Mientras tanto, en el norte del país, Chihuahua levanta la mano. El IMCO, el INEGI y la Secretaría de Economía lo confirman: estamos peleando los primeros lugares nacionales en competitividad, formalidad laboral y atracción de inversión extranjera. Además, somos el estado más exportador de México, con industrias que van desde la manufactura inteligente hasta la agroindustria avanzada.
Pero más allá de los rankings, lo que nos mueve es algo mucho más importante: construir una ciudad donde valga la pena vivir.
Lo que viene es mejor
Chihuahua quiere ser la primera ciudad cero emisiones del país, un lugar que no solo crezca en números, sino en calidad de vida. La meta es triplicar la integración de nuestras pymes a cadenas de valor globales y garantizar que nuestros hijos encuentren aquí un espacio para quedarse, crecer y construir futuro.
El mensaje es claro: no basta con competir en lo económico, también debemos competir en sostenibilidad, innovación y bienestar. En Chihuahua, estamos convencidos de que medir, mejorar y avanzar con visión es la fórmula para dejar de hablar de rankings y empezar a hablar de lo que realmente importa: una ciudad que inspira, que crea oportunidades y que está lista para lo que viene.