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El nuevo capitán nacional del sector aeroespacial

El futuro aeroespacial de México: talento, alianzas globales y tecnología que ya despega desde Chihuahua

Un despegue con rumbo claro

En Referente, entrevistamos a alguien que literalmente vive con la mirada puesta en el cielo. Se trata de Luis Azúa Sánchez, recién nombrado presidente de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA). Con una trayectoria que comenzó en la industria automotriz y evolucionó hasta despegar en la aeroespacial, Luis nos comparte su visión del sector, el impacto de eventos como FAMEX, la presencia de México en ferias internacionales y lo que viene para esta industria que cada día tiene más potencia de vuelo.

F-35, clústeres y confianza global

Luis Azúa no tardó nada en aterrizar con fuerza en su nuevo rol: apenas en marzo tomó posesión del cargo y en abril ya estaba coordinando esfuerzos en la Feria Aeroespacial México (FAMEX), donde los reflectores se los robaron los jets F-35, enviados por Estados Unidos. “Es de lo más avanzado que hay”, nos cuenta emocionado. Y no sólo por el espectáculo aéreo, sino porque ese tipo de presencia internacional envía un mensaje claro:

“México es un jugador clave en el tablero global”

Pero más allá del show aéreo, lo que realmente impulsa la industria es el ecosistema que se ha venido construyendo con paciencia y estrategia: la consolidación de clústeres como los de Chihuahua, Querétaro y Baja California, la colaboración entre gobiernos estatales y federales, y el fortalecimiento de proveedores mexicanos que ya están exportando no sólo para gigantes como Bombardier o Boeing, sino también directamente a otros países. “La confianza en México ya está consolidada”, afirma Luis, y eso se refleja en que somos uno de los 10 principales proveedores aeroespaciales a nivel mundial.

Además, FEMIA no trabaja sola. Se encarga de canalizar a las empresas y clústeres hacia oportunidades internacionales, como la feria de París, donde México no sólo tiene presencia, sino que brilla con un pabellón nacional bien organizado y respaldado por gobiernos locales.

¿Qué buscan los inversionistas allá afuera? Educación, talento y ecosistemas sólidos. Y eso es justo lo que México empieza a mostrar con orgullo.

De soñar con el espacio a construirlo

Hace 15 años pensar en una industria espacial mexicana era casi ciencia ficción. Hoy ya hay proveeduría nacional para misiones espaciales, aunque mucha de ella sigue bajo confidencialidad por su nivel de innovación y seguridad. “Ya no es únicamente la NASA, también empresas privadas como SpaceX están volteando a vernos”, señala Luis con satisfacción.

El crecimiento es tangible: en 2010 exportábamos cerca de 3 mil millones de dólares, hoy estamos en casi 11 mil millones. Y lo mejor: esto apenas comienza. México está listo para dejar de ser un país que ve pasar los aviones, para convertirse en el que los diseña, los construye y los manda al espacio.

Chihuahua al espacio: talento, tecnología y drones que cruzan fronteras

En una charla que tuvo de todo —desde movilidad aérea autónoma hasta jóvenes estudiantes que ya trabajan en proyectos espaciales— Luis Azúa Sánchez, presidente de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial y un impulsor clave de la innovación en Chihuahua, nos contó lo que viene para el estado.

Despegamos con Corea: una nueva misión para Chihuahua

Azúa anunció que la delegación chihuahuense viajará a Seúl para firmar una vinculación estratégica con la Asociación Coreana de Promoción Espacial. ¿Para qué? Para impulsar el desarrollo en exploración espacial y aprovechar su know-how en temas satelitales. Chihuahua ya trabaja con asociaciones de EE. UU., Canadá y Brasil, pero ahora se abre una puerta directa al ecosistema asiático. Y eso pone al estado en la órbita de los grandes.

Proyectos que se consolidan en 2025

Sí, hay inversiones. Muchas. Además, Luis nos compartió que algunas de las inversiones más relevantes que se empezaron a gestar entre 2020 y 2023 se consolidarán definitivamente en 2025. Ya están en puerta expansiones y nuevas operaciones que fortalecerán el sector aeroespacial y tecnológico en el estado.

Una empresa francesa con 300 mil empleados… y creciendo en Chihuahua

¿Te imaginas una empresa con 300 mil empleados a nivel global? Bueno, una de ellas tiene ya más de 10 mil trabajando en México, y buena parte de ellos en Chihuahua. ¿Por qué? Porque el talento local y la confianza en los equipos de aquí han hecho que su crecimiento orgánico —nuevos proyectos, tecnología y formación técnica— se dé sobre tierra chihuahuense.

Educación + empresa: una dupla que sí despega

La colaboración entre universidades y empresas se ha vuelto una fórmula de éxito. En palabras de Luis, hoy las instituciones educativas están mucho más alineadas con la industria. ¿El resultado? Estudiantes que hacen prácticas de 6 meses, que incluso pueden recibir ofertas antes de titularse, y que tienen la oportunidad de especializarse o continuar su formación en el extranjero.

El futuro (muy cercano) de los drones y taxis aéreos

Movilidad aérea avanzada autónoma: suena a película, pero ya está pasando. Azúa nos explicó que, mientras la regulación avanza, los primeros pasos vendrán con drones de carga. Luego vendrán los drones de transporte de personas, como los taxis aéreos que ya se están probando en ciudades como Los Ángeles para los Juegos Olímpicos de 2028.

Lo que falta: traducir la visión a políticas públicas reales

Azúa también fue claro: necesitamos más que buenas intenciones. Hacen falta políticas públicas bien pensadas desde lo local y lo federal. “Querétaro y Chihuahua ya están marcando la pauta, pero hay que seguir preguntando a las empresas que ya están aquí qué necesitan para crecer, no sólo ir a buscar nuevas inversiones”, comentó.

Talento y un mensaje directo

A pesar de los avances, Azúa no le sacó la vuelta al tema de la corrupción, reconociendo que sigue siendo un gran reto para el ecosistema industrial y de inversión. Sin embargo, destacó que si logramos consolidar productos, tecnología y talento desde aquí, eso mismo puede convertirse en un imán para atraer aún más empresas y desarrollo.

¿Qué significa ser un referente?

Ser un referente, dijo, no es un título que se da, es algo que se vive. “Hay que ser referente emocional, físico, espiritual… ser un buen ser humano”.