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Trabajar con propósito: el esfuerzo chihuahuense que alcanza para más

El costo de vivir dignamente sigue subiendo

En México, ganar lo suficiente para cubrir lo básico sigue siendo un reto. Según la Plataforma de Inteligencia Competitiva del Sector Privado, en septiembre de 2025 la línea de pobreza por ingresos aumentó tanto en zonas urbanas como rurales.

En las ciudades, se necesitan al menos $4,741 pesos mensuales para cubrir las necesidades mínimas —un incremento del 3.8% respecto al año pasado, equivalente a $173 pesos más. En las zonas rurales, el umbral llegó a $3,404 pesos, con un aumento del 3.4%, es decir, $113 pesos adicionales.

Aunque el alza parece pequeña, estos ajustes marcan la diferencia para millones de familias que buscan mantener estabilidad ante la inflación y el encarecimiento de productos básicos.

La realidad detrás de las horas laborales

El estudio también analiza cuántas horas de trabajo se necesitan, en promedio, para cubrir la línea de pobreza por ingresos.

Si se parte de una jornada laboral de ocho horas diarias, los resultados revelan una gran desigualdad entre entidades. Las personas que requieren menos horas de trabajo para alcanzar ese umbral viven en la Ciudad de México (50 horas semanales), Baja California (53 horas) y Nuevo León (55 horas).
Por su parte, Chihuahua ocupa el sexto lugar, con un promedio de 58 horas, posicionándose como uno de los estados donde el salario rinde más frente al costo de vida.

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Donde el esfuerzo vale menos: los estados más rezagados

En el otro extremo, hay entidades donde el ingreso laboral no alcanza con facilidad para superar la línea de pobreza. Los trabajadores de Sinaloa y Nayarit deben laborar 77 horas a la semana, mientras que en Oaxaca el promedio es de 75 horas.

Esto significa que, incluso trabajando más de 10 horas diarias, las personas en estas regiones apenas cubren el nivel básico de bienestar, lo que refleja fuertes disparidades económicas y salariales en el país.

Chihuahua, un punto medio con potencial

El caso de Chihuahua resulta interesante: aunque no encabeza la lista, su posición entre los estados con mejores promedios muestra un equilibrio entre productividad, costo de vida y oportunidades laborales.
El reto, sin embargo, es claro: seguir impulsando políticas que fortalezcan los salarios, la educación técnica y las oportunidades económicas en todo el estado.

Mientras el costo de la vida continúa aumentando, la meta no sólo debe ser trabajar más, sino ganar lo justo para vivir con dignidad.