Un respiro para la economía china
Después de meses complicados marcados por la crisis inmobiliaria, el bajo consumo interno y el desempleo juvenil, China encuentra en el comercio exterior un motor que sigue empujando su economía. Las exportaciones crecieron 5.8% interanual en junio, superando las expectativas del mercado, y las ventas al exterior hacia Estados Unidos registraron un sorprendente salto del 32.4% intermensual, gracias a una tregua temporal en la guerra arancelaria entre ambas potencias.
La Administración General de Aduanas informó que China exportó productos por 38,200 millones de dólares a EE.UU. solo en junio, una cifra significativamente mayor que los 28,800 millones de mayo y los 33,000 millones de abril, lo que refleja una mejora notable en las relaciones comerciales… al menos por ahora.
Más allá de los números: la diplomacia económica
Wang Lingjun, alto funcionario aduanal chino, destacó que la tregua arancelaria fue alcanzada “con gran esfuerzo” y remarcó que el diálogo y la cooperación deben prevalecer por encima del chantaje o la coerción. Las declaraciones, transmitidas por la televisión estatal CCTV, reflejan un tono diplomático que busca mantener abiertos los canales comerciales con Estados Unidos en medio de un escenario todavía incierto.
Aunque las cifras son positivas, los expertos siguen cautelosos. Zichun Huang, economista de Capital Economics, advirtió que sin un acuerdo definitivo entre Washington y Pekín, los aranceles elevados podrían mantenerse, lo que limitaría el crecimiento de las exportaciones en los próximos trimestres.
También crecen las importaciones
Las importaciones también sorprendieron positivamente, con un crecimiento del 1.1% interanual, superando la previsión de apenas 0.3% que proyectaban los analistas. Este comportamiento apunta a una leve mejora en la demanda interna o a un fortalecimiento de las cadenas de suministro, en un contexto en el que China continúa intentando estabilizar su economía tras años de tensiones externas y presiones internas.
¿Qué sigue para la economía china?
El martes se revelarán los datos del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre, y las previsiones apuntan a que el crecimiento superará el 5%, el objetivo oficial del gobierno chino para 2025. Si esto se confirma, el comercio exterior estaría consolidándose como un pilar clave para que el país asiático mantenga su ritmo de crecimiento en medio de tensiones geopolíticas y un entorno económico global desafiante.
¿Y cómo impacta a México?
Aunque esta dinámica es entre gigantes, México no está al margen. Como economía integrada al comercio internacional, el país se mantiene atento a los movimientos entre China y Estados Unidos. Un aumento en las exportaciones chinas podría presionar a fabricantes mexicanos que compiten en los mismos mercados, pero también abre oportunidades si las tensiones vuelven y las empresas estadounidenses buscan diversificar sus proveedores en regiones como América Latina. Ahí es donde entra el nearshoring, y Chihuahua y el norte del país tienen mucho que ganar.

















