Un corazón nuevo, sin abrir el tórax. Así de revolucionario fue el primer trasplante de corazón totalmente robotizado realizado en Estados Unidos, una proeza médica que marca el futuro de la cirugía cardiaca. El procedimiento se llevó a cabo en el Baylor St. Luke’s Medical Center de Houston, encabezado por el Dr. Kenneth K. Liao, pionero en este hito quirúrgico.
Lo más impresionante: el robot no solo asistió, sino que realizó toda la cirugía, permitiendo al equipo operar sin romper el esternón ni abrir el pecho. “Con este enfoque, preservamos la integridad de la pared torácica, lo que reduce el riesgo de infección y acelera la recuperación”, explicó Liao, jefe de trasplante cardiotorácico en Baylor College of Medicine.
Cirugía sin trauma: un cambio radical
Gracias al uso del robot, los cirujanos pudieron hacer incisiones pequeñas y precisas. El corazón enfermo fue removido a través del espacio preperitoneal —una técnica que evita cortar el tórax—, y el nuevo corazón se implantó con igual precisión. El resultado: menos dolor, menos sangrado, menos transfusiones y una recuperación más rápida para el paciente.
Y no es teoría: el paciente, un hombre de 45 años con insuficiencia cardíaca avanzada, había estado hospitalizado desde noviembre de 2024 y necesitaba soporte mecánico para sobrevivir. Fue trasplantado en marzo de 2025 y dado de alta un mes después, sin complicaciones.
Innovar para salvar más vidas
Este logro consolida al Baylor St. Luke’s como referente mundial en medicina de alta complejidad. “Es un gran orgullo para nuestro hospital y se suma a nuestro legado en innovación médica”, celebró el Dr. Bradley T. Lembcke, presidente del centro.
Por su parte, el Dr. Todd Rosengart, presidente del Departamento de Cirugía Michael E. DeBakey, destacó la relevancia de este avance: “Este trasplante representa un paso gigantesco hacia cirugías más seguras, incluso en los casos más complejos”.
¿Y ahora qué sigue?
Este no es solo un logro aislado: abre la puerta a una nueva era de trasplantes menos invasivos, más seguros y con mejor calidad de vida para los pacientes. “La tecnología robótica nos permite ofrecer procedimientos más eficaces y extraordinariamente menos invasivos”, concluyó el Dr. Liao.
En un mundo donde la precisión salva vidas, este trasplante marca un antes y un después. Y sí, el corazón sigue latiendo… pero ahora, con ayuda de un robot.

















