¿Cómo vivir en el desierto sin derretirse (ni gastar una fortuna en luz)?
Chihuahua es sol, calor, viento y tierra. Construir aquí nunca ha sido fácil, y menos si queremos hacerlo de forma responsable con el medio ambiente. Pero la buena noticia es que cada vez hay más proyectos que apuestan por una construcción sustentable, adaptada al entorno desértico. Desde casas más frescas sin aire acondicionado, hasta barrios planeados para ahorrar agua y energía, la arquitectura en el norte está cambiando.
¿Qué es construir sustentablemente?
La construcción sustentable no se trata sólo de poner paneles solares o usar focos LED. Es un enfoque integral que considera el clima, los materiales, el uso del agua, la energía y hasta la orientación de las casas. El objetivo: reducir el impacto ambiental durante todo el ciclo de vida del edificio, desde su diseño hasta su demolición (o idealmente, su transformación).
Casas diseñadas para resistir el clima del norte
En Chihuahua ya hay ejemplos de viviendas que aprovechan la arquitectura bioclimática: techos altos, muros gruesos, patios centrales, orientación estratégica para recibir sombra en verano y sol en invierno. Estas casas no sólo son más frescas y cómodas, también pueden ahorrar hasta un 40% en consumo energético.
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Materiales locales, una apuesta inteligente
¿Para qué importar bloques desde el sur si tenemos tierra, piedra, madera y adobe en la región? Algunos arquitectos y desarrolladores están retomando materiales tradicionales para construir de forma más ecológica. El adobe, por ejemplo, regula la temperatura interior y tiene una huella de carbono muy baja. Además, el uso de materiales locales impulsa la economía de la zona y reduce costos de transporte.
Barrios que sí piensan en el futuro
Ya existen desarrollos urbanos en el norte que integran principios sustentables: sistemas de captación de agua pluvial, calles más verdes, áreas comunes con vegetación nativa, alumbrado eficiente y diseño que favorece la movilidad peatonal y en bici. Algunos incluso incorporan infraestructura para paneles solares desde la planeación. Poco a poco, el urbanismo en Chihuahua empieza a mirar hacia un modelo más responsable y adaptado a su entorno.
Universidades y constructoras se suman al cambio
La academia también está jugando un rol clave. La Facultad de Arquitectura de la UACH y otras instituciones ya incorporan temas de sustentabilidad en sus planes de estudio. Al mismo tiempo, constructoras locales están comenzando a ofrecer modelos de vivienda ecológica y accesible, incluyendo asesoría en eficiencia energética, aislamiento térmico y selección de materiales de bajo impacto.
Construcción sustentable: inversión que sí se recupera
Aunque al inicio puede parecer más costoso construir bajo criterios sustentables, a mediano plazo los beneficios son claros: ahorro en energía y agua, mayor confort, mejor valoración del inmueble y menor mantenimiento. En un contexto donde el precio de la luz sube cada verano y las sequías son más frecuentes, esto ya no es lujo, es necesidad.
Chihuahua tiene todo para liderar
El estado cuenta con un gran potencial solar, talento arquitectónico, materiales disponibles y ciudadanos cada vez más conscientes. Lo que falta es más impulso institucional, incentivos fiscales y normativas claras que promuevan este tipo de construcciones. Apostar por la construcción sustentable no solo mejora la calidad de vida, también es una herramienta para adaptarnos al cambio climático.
Del desierto, una nueva forma de habitar
Sí, vivir en el desierto puede ser cómodo, eficiente y sustentable. No se trata de copiar modelos de otras ciudades, sino de entender el territorio y construir a su ritmo. Chihuahua tiene lo necesario para transformar su paisaje urbano en uno más verde, más fresco y más justo. Y todo empieza con una casa… bien pensada.