En las ciudades que crecen con orden, los parques dejan de ser solo áreas verdes y se convierten en activos estratégicos. Parque Barrancas es un ejemplo claro de cómo el espacio público bien planeado puede detonar desarrollo urbano, elevar la plusvalía y mejorar la percepción de una zona completa.
La cercanía a un parque funcional y atractivo influye directamente en el valor de la vivienda y en la decisión de inversión inmobiliaria. No es casualidad que alrededor de proyectos como Parque Barrancas comiencen a surgir desarrollos habitacionales, comercios de proximidad y servicios que responden a una nueva demanda: vivir y trabajar cerca de espacios que ofrecen calidad de vida.

Además, este tipo de infraestructura urbana reduce la presión sobre otras zonas de la ciudad, distribuye mejor el crecimiento y vuelve más eficientes los servicios. Para el sector empresarial, esto se traduce en zonas más ordenadas, mayor flujo de personas y mejores condiciones para invertir.
Parque Barrancas demuestra que apostar por espacios públicos bien diseñados no es solo una decisión social, sino una estrategia económica que impacta positivamente en el desarrollo de Chihuahua.

















