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¿Adiós al dólar? El bitcoin entra a las reservas de Estados Unidos

Una decisión que marca un antes y un después

La tecnología blockchain ha abierto una nueva era en el mercado bursátil, y cada vez más inversionistas —junto con grandes instituciones— están apostando por los activos digitales. Este cambio global ha puesto a los gobiernos y bancos centrales en un proceso de adaptación ante el avance de las finanzas digitales.
En marzo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que considera al bitcoin y otras criptomonedas como reserva estratégica de activos digitales. Según la Casa Blanca, el objetivo es aprovechar las monedas digitales incautadas a criminales o civiles, integrándolas a las reservas oficiales del país.

De acuerdo con datos de Arkham Intelligence, el gobierno estadounidense posee más de 24,491 millones de dólares en criptomonedas, distribuidos en 198,012 bitcoins, 59,951 ethereums y 40,293 binance coins, entre otros. Esta cifra podría aumentar ante la expectativa de un incremento en la demanda y la disminución de las tasas de interés de la Reserva Federal.

El bitcoin, el nuevo “oro digital”

Zifa Mae, líder de Producto en la plataforma de intercambio de criptomonedas Changelly, asegura que para Estados Unidos tener bitcoin representa una cobertura ante la inestabilidad monetaria internacional y los riesgos geopolíticos.

“Históricamente, el oro ha desempeñado ese papel. Ahora, el bitcoin se convierte en su contrapartida digital, con la ventaja añadida de la transferibilidad sin fronteras”, explica la especialista.

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Países como El Salvador, Japón, Emiratos Árabes Unidos y Alemania ya cuentan con reservas o están probando este concepto, pero el precedente que siente Estados Unidos podría impulsar a otras naciones a seguir el mismo camino. “Las economías más pequeñas podrían ver esto como una forma de estabilizar sus reservas sin depender del dólar o del oro”, agrega Mae.

Latinoamérica observa y el mercado reacciona

El impulso regulatorio de Estados Unidos podría ser la pieza clave que faltaba para legitimar el uso institucional de las criptomonedas. Según Guilherme Nazar, vicepresidente regional de Binance para América Latina, la postura procripto del nuevo gobierno estadounidense puede acelerar la claridad regulatoria y abrir el camino a una participación más amplia de las instituciones financieras tradicionales.

En los primeros siete meses del año, el precio del bitcoin aumentó 26%, el ethereum 13.4% y el binance coin 17.3%, reflejando el optimismo del mercado. Este movimiento no solo responde al anuncio político, sino también al creciente interés de fondos institucionales y la expansión de los ETF de bitcoin, que facilitan la entrada de nuevos inversionistas.

Un futuro prometedor, pero con desafíos

A pesar del entusiasmo global, organismos como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)advierten que todavía existen riesgos importantes. Las plataformas de intercambio han enfrentado interrupciones durante periodos de volatilidad y casos de ciberataques y robos de fondos.

Erik Feyen, jefe de Monitoreo Macrofinanciero Global del Banco Mundial, señala que la baja liquidez y la naturaleza descentralizada del ecosistema cripto contribuyen a las fluctuaciones rápidas de precios, lo cual puede ser incompatible con la política de riesgo de muchos bancos centrales.

El desafío de formalizar el bitcoin

El camino hacia la adopción formal del bitcoin en las reservas nacionales no será corto. Como advierte Zifa Mae, se requieren marcos legales claros, protocolos de adquisición, custodia y liquidación, además de auditorías e informes transparentes.

Sin embargo, lo que antes parecía impensable hoy se vislumbra como una realidad financiera en evolución. Estados Unidos, al integrar criptomonedas en su estrategia económica, está abriendo la puerta a un nuevo capítulo en la historia del dinero digital. Y aunque los riesgos persisten, el mensaje global es claro: el futuro financiero será más descentralizado, más tecnológico y, sobre todo, más digital.