El auge industrial dejó promesas, pero ahora el reto es convertirlas en desarrollo real y sostenible.
El término nearshoring se convirtió en una suerte de palabra mágica para medios, políticos y empresarios, parecía la llave para reconfigurar el desarrollo económico de regiones enteras. Chihuahua no fue la excepción. En múltiples espacios se celebraron anuncios de inversión, crecimiento en parques industriales, e incluso la creación de eventos y agendas específicas. A mediados de 2025, con el freno que representa la nueva coyuntura electoral en Estados Unidos y la desaceleración industrial, muchos se preguntan: ¿en qué quedó el nearshoring en Chihuahua?
Más allá de las inversiones puntuales, expertos coinciden en que el nearshoring requiere gobernanza local y coordinación entre actores públicos y privados.
En entrevistas con Referente, representantes de la industria aeroespacial, de energías limpias y del sector logístico han resaltado la necesidad de alinear infraestructura, vivienda, planeación urbana y formación de talento.
Como lo mencionó el titular de la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico, Ulises Fernández Gamboa, en el Automotive & Aerospace Summit 2025, Chihuahua tiene más de 50 años de liderazgo en manufactura de exportación, ha evolucionado su modelo económico apostando por la especialización inteligente. Ciudades como Juárez, Chihuahua Capital, Cuauhtémoc, Delicias, Camargo y Parral han trabajado junto al sector productivo para definir áreas estratégicas de crecimiento.
Hoy, el reto no es únicamente mantener el liderazgo en manufactura, sino dar el salto hacia la “mentefactura”: procesos más complejos, con mayor contenido tecnológico y servicios de alto valor donde las empresas locales participen de manera directa en la innovación.
Analistas internacionales como Peter Zeihan han destacado que Chihuahua es una de las pocas regiones de México —y del mundo— con verdadera capacidad para manufactura avanzada, por su conectividad con EE.UU., su base instalada y su talento técnico capacitado.
Según Zeihan, en el contexto del desacoplamiento global, ciudades como Chihuahua tienen una ventaja estratégica por su ubicación, infraestructura logística e historial industrial vinculado a Norteamérica, lo que las vuelve aptas para procesos de valor agregado más allá del ensamble básico.
Aunque algunos medios nacionales hablaron de un “freno” en el nearshoring, la realidad es más compleja. La inversión extranjera directa no se ha desplomado. Lo que ha cambiado es el tipo de decisiones que se toman: hoy las empresas ya no buscan sólo naves listas, sino ecosistemas completos de proveedores, talento y servicios.
Uno de los grandes retos en esta etapa es que muchas regiones del país no están igual de preparadas. Chihuahua tiene ventajas: conectividad, experiencia en manufactura avanzada, presencia de clústeres (automotriz, aeroespacial, agroindustrial), y una comunidad empresarial con visión de largo plazo. Pero también enfrenta limitantes críticas: infraestructura eléctrica, burocracia lenta y escasez de talento especializado.
La oportunidad sigue viva, existe un repunte en la demanda por proveedores locales. Y tras la amenaza de nuevos aranceles en EE. UU., muchas firmas buscan urgentemente fortalecer sus cadenas de suministro regionales. Sin esta articulación, lo que queda es una colección de proyectos aislados, sin efecto multiplicador.
El nearshoring no vino a resolverlo todo, pero sí puede ser el catalizador de una nueva etapa económica: una donde se transite de maquiladoras a innovación; de fábricas aisladas a ecosistemas industriales; de atracción de inversión a retención de talento.
Como medio enfocado en el desarrollo económico de Chihuahua, desde Referente seguiremos observando, documentando y proponiendo, porque este fenómeno —el nearshoring— no es un episodio. Es el inicio de un nuevo capítulo, y dependerá de nosotros que se escriba bien.
El nearshoring en Chihuahua ha pasado del anuncio a la ejecución. Ahora se necesita consolidar:

Chihuahua ha logrado mejorar las brechas energéticas, educativas y logísticas, ya ha consolidado su posición en la cadena Norteamericana, pero también creemos que puede abrir una ventana más grande para atraer industrias de mayor valor y sofisticación.

















