La moda que se convirtió en industria
En los últimos años, el matcha dejó de ser una bebida de nicho para transformarse en un fenómeno global. No sólo invadió cafeterías, redes sociales y menús saludables, sino que también encendió una maquinaria económica que hoy vale miles de millones. En 2023, el mercado mundial del matcha se estimaba en 4,300 millones de dólares, y todo apunta a que para 2030 esta cifra se duplicará. Pero detrás de la espuma verde hay un crecimiento acelerado que trae oportunidades… y también riesgos.
El crecimiento explosivo: del té tradicional a la nueva estrella del wellness
Lo que antes era un té ceremonial japonés ahora es un “must” en la dieta de influencers, atletas, celebridades y millones de consumidores que lo ven como sinónimo de salud, enfoque y antioxidantes.
En Estados Unidos las ventas de matcha en polvo crecieron 86% en apenas tres años, y ya hay cafeterías donde se venden más lattes de matcha que cafés tradicionales. Este apetito global por lo verde ha cambiado por completo la cadena de valor de la planta: su precio casi se triplicó en el último año, impulsado por la demanda y por la lentitud natural del cultivo, ya que las plantas necesitan entre 3 y 5 años para madurar.
La cara oculta del éxito: precios altos y productos falsos
El interés masivo por el matcha disparó las ventas, también abrió la puerta a un problema creciente: la falsificación. Con precios al alza y una demanda que supera la capacidad de producción, muchos mercados han visto una inundación de productos adulterados o de baja calidad que se hacen pasar por auténtico matcha japonés.
Esta tendencia preocupa a productores y expertos, porque mientras los consumidores buscan un estilo de vida más “healthy”, el mercado se enfrenta a una presión que podría afectar la reputación del producto si no se regula adecuadamente.
LEER MÁS: Cómo el bubble tea de China se convirtió en un fenómeno global
El factor redes sociales: ¿qué pasa si el matcha deja de estar de moda?
La popularidad del matcha no nació de campañas institucionales o de décadas de posicionamiento, sino de los influencers y social media. TikTok, Instagram y YouTube fueron los verdaderos catalizadores del boom. Pero esa misma fortaleza es también su punto más débil.
¿Qué va a pasar si un día esta bebida deja de ser tendencia? ¿Qué ocurre si llega una nueva moda “más verde”, más funcional o más viral? Para una industria cuyo crecimiento depende de ciclos largos de cultivo y que apenas está ampliando su capacidad, un cambio repentino en las preferencias podría dejar a miles de productores atrapados con un producto caro, lento de producir y altamente especializado.
Un mercado brillante, pero con señales de advertencia
El matcha está viviendo su mejor momento: ventas récord, crecimiento global y consumidores fieles… por ahora. Su expansión acelerada demuestra el poder económico de las tendencias digitales, pero también revela un mercado vulnerable a la volatilidad.
Entender los riesgos —desde la falsificación hasta la dependencia de las modas— será clave para garantizar que este auge no se convierta en un desequilibrio. Si el matcha quiere mantenerse como protagonista en la mesa de millones, necesitará una industria más sólida que vaya más allá de lo que dicte el algoritmo del día.
















