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El Escaparate Ciudadano: ¿Quién va a recoger lo que se va a caer?

En tiempos donde la incertidumbre pesa más que la certeza, y donde el gobierno actual genera más preguntas que respuestas, un grupo de ciudadanos encabezados por el exmandatario de Baja California, Ernesto Ruffo Appel, lanzó una propuesta disruptiva: El Escaparate Ciudadano.

No, no es un evento de moda. Es una herramienta democrática para restaurar la República desde abajo, con participación real, responsable y pública. Porque lo que está en juego no es sólo una elección, es el rumbo de un país que —todos lo sentimos— se va a caer en algún momento. La pregunta es: ¿quién lo va a recoger?.

De la desesperanza a la propuesta

Los partidos están agotados. Copados. Desconectados. Lo sabes tú, lo sabe tu familia, lo gritan en las redes. Pero algo está cambiando. Esta iniciativa propone que los partidos no elijan candidatos a puerta cerrada, sino que sea la propia ciudadanía quien presente, evalúe y respalde a quienes realmente representan el interés público.

Y aquí entra el Escaparate: una vitrina pública y democrática donde cualquier aspirante —de cualquier origen— puede exponer sus ideas, méritos y trayectoria. No más “dedazos”, no más “cuotas”. La idea es simple pero poderosa: ponerle rostro a la esperanza.

¿Cómo funciona?

Inspirado en el modelo “Madrugadores” —redes cívicas de alto impacto en Baja California—, el sistema articula lo siguiente:

• Asambleas Municipales abiertas, organizadas por distritos electorales.
• Participación de ciudadanos, ONGs, profesionistas, jóvenes y sectores productivos.
• Un Consejo Consultivo y un Think Tank que monitorean y proponen.
• Foros públicos y debates, estilo “audiciones ciudadanas”.

Todo bajo un principio rector: Restaurar la República con ideas, honestidad y compromiso.

¿Por qué Chihuahua debería replicarlo?

Chihuahua tiene historia de resistencia, orgullo regional y liderazgo civil fuerte. Desde la lucha por el federalismo hasta el activismo comunitario, los chihuahuenses han demostrado que no esperan instrucciones desde el centro: organizan, proponen, y cuando es necesario, se rebelan.

Además, la diversidad política, la solidez de sus universidades, y la presencia de una sociedad civil activa, hacen de Chihuahua un laboratorio ideal para democratizar la selección de liderazgos.

Aquí también los partidos están en crisis, y la gente ya no quiere “más de lo mismo”. Este Escaparate puede ser la plataforma para que las mejores propuestas emerjan desde las calles, no desde las cúpulas.

¿Y tú qué puedes hacer?

No necesitas ser parte de un partido ni tener apellidos rimbombantes. Únicamente te toca participar, proponer y elegir. Este sistema te da la opción de poner en la boleta a las personas que sí quieres ver ahí, no a las que te imponen.

Porque sí, esto se va a caer. Pero si lo organizamos bien, también podemos reconstruirlo mejor.

La política no tiene que ser un circo. Puede ser un ejercicio de responsabilidad compartida. Y el Escaparate es una invitación a dejar de ver desde la barrera y subirnos al ruedo. No para gritar, sino para proponer.