¿Por qué suben las ventas en el norte?
Grupo Cementos Chihuahua (GCC) sigue demostrando que su estrategia de expansión en Estados Unidos va por buen camino. En el segundo trimestre del 2024, la empresa reportó un crecimiento del 8% en sus ventas en ese país, alcanzando los 272 millones de dólares. Esta cifra marca un impulso importante frente al mismo periodo del año pasado, y refleja cómo el mercado estadounidense sigue demandando más cemento para infraestructura y construcción residencial.
Este avance se da a pesar de los desafíos económicos globales y posiciona a GCC como un actor cada vez más sólido al norte de la frontera. Enrique Escalante, CEO de la compañía, destacó durante la llamada con analistas que se sienten optimistas por lo que viene en el corto plazo, especialmente con la nueva planta en puerta.
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El lado mexicano de la historia
Del otro lado del Río Bravo, la situación fue distinta. En México, las ventas de GCC cayeron un 15%, con ingresos por 92 millones de dólares, lo que representa una baja importante frente al mismo trimestre del año anterior. Factores como una menor demanda interna, retrasos en proyectos y ajustes presupuestales han impactado el comportamiento del cemento en el país.
Este contraste muestra cómo la empresa ha diversificado su operación, pero también cómo depende del ritmo económico en ambos territorios. Aunque los números globales permanecieron estables, gracias al equilibrio entre ambas regiones, la caída en México es una señal de alerta para los próximos trimestres.
Odessa, la planta que podría cambiar el juego
Uno de los puntos clave que GCC puso sobre la mesa es la próxima entrada en operación de su planta en Odessa, Texas. Esta instalación no solo incrementará su capacidad de producción, sino que también se espera que mejore sus márgenes de ganancia, al optimizar costos y atender mejor la demanda local sin depender tanto de la logística a larga distancia.
Escalante fue claro: la planta en Odessa es una pieza estratégica en su expansión. Con ella, GCC apunta a fortalecer su posición en el sur de Estados Unidos y a mejorar su rentabilidad general, algo crucial en un contexto económico que sigue siendo incierto.
En equilibrio, pero atentos al terreno
A pesar de las diferencias regionales, GCC logró mantener ventas totales prácticamente iguales al segundo trimestre del año pasado, lo que habla de una operación balanceada. Sin embargo, el foco está claramente puesto en Estados Unidos como motor de crecimiento, mientras México representa un reto que habrá que atender con estrategia y paciencia.
El futuro inmediato de la compañía dependerá en gran parte del éxito operativo de la nueva planta en Odessa, pero también de cómo se recupere el mercado mexicano en los próximos meses. Por ahora, el cemento de GCC sigue construyendo un camino binacional con bases firmes… aunque no del todo simétricas.