Durante mucho tiempo se nos dijo que la inteligencia artificial vendría a potenciar nuestras capacidades, no a reemplazarnos. Hoy, esa promesa empieza a cumplirse, pero no sin cambios importantes. Lo que está ocurriendo en el mundo laboral —sobre todo en el sector tecnológico— no es el fin, sino el inicio de una nueva etapa donde la adaptación, la especialización y el aprendizaje constante serán claves.
Uno de los primeros en reconocerlo públicamente fue Micha Kaufman, CEO de Fiverr, quien envió un memorando a sus 1,200 empleados con una advertencia y una invitación: “La IA va por sus trabajos… y también por el mío”. Más allá del impacto, su mensaje fue claro: quienes se preparen para convivir con esta nueva tecnología, no solo sobrevivirán, sino que crecerán con ella.
La IA no elimina todo: transforma lo que hacemos
Ruyu Chen, investigador de Stanford, lo resume así: “Estamos pasando de la contratación masiva a la contratación de precisión”. Ya no se trata de tener más personas haciendo lo mismo, sino de encontrar talentos con habilidades que destaquen. En este nuevo contexto, los trabajadores con mentalidad de mejora continua y aprendizaje digital tienen una gran ventaja.
Y si bien se ha hablado mucho de despidos en grandes tecnológicas como IBM, Microsoft o Amazon, también hay un fenómeno en sentido contrario: sectores como la salud, la manufactura y las finanzas están contratando más ingenieros y especialistas digitales para integrar herramientas de IA que mejoren procesos, aumenten eficiencia y generen nuevas oportunidades.
Nuevas habilidades, nuevos caminos
El mensaje de fondo es que el mercado está cambiando, no desapareciendo. Empresas como Klarna, que en su momento automatizaron procesos con IA, ahora reconocen el valor de combinar tecnología con talento humano. La atención personalizada, la creatividad y la toma de decisiones complejas siguen siendo cualidades donde los humanos tenemos la ventaja.
Kaufman lo vio venir y organizó una charla voluntaria sobre el futuro de la IA en su empresa. Esperaba a 50 personas, llegaron 250. “Voy a ayudar a cualquiera que esté motivado para ayudarse a sí mismo”, dijo. Esa actitud —la de curiosidad, colaboración y actualización constante— es la que marcará la diferencia.
Chihuahua también puede estar en la vanguardia
En Referente, creemos que este tipo de transformación no debe asustarnos, sino inspirarnos. Chihuahua tiene el talento, la capacidad y las ganas para adaptarse y aprovechar esta nueva ola tecnológica. Si invertimos en educación, en formación digital y en una cultura laboral abierta al cambio, no solo resistiremos el futuro: lo construiremos.

















