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Sayab: un deporte que transforma vidas y fortalece a la comunidad

En medio del paisaje urbano de Camino Real, en la ciudad de Chihuahua, hay un gimnasio que rompe con todos los moldes tradicionales, su nombre es Sayab. A simple vista parece un espacio para entrenar, pero basta cruzar la puerta para descubrir que aquí el deporte es otra cosa: es una herramienta de transformación personal, un canal de confianza, una vía para volar —literal y emocionalmente—. Aquí no sólo se enseña gimnasia, danza aérea y escalada: se construyen personas con propósito, así lo mencionó Belia Fernéndez, dueña del negocio.

Nos cuenta que este proyecto nació desde la convicción de que el deporte no tiene que ser rudo ni autoritario para formar carácter. Al contrario, puede ser respetuoso, divertido y profundamente humano. Hoy, esta escuela se ha convertido en un espacio de referencia para niñas, niños, jóvenes y adultos que buscan mucho más que una rutina física.

De un proyecto escolar a una comunidad de atletas

Todo comenzó como una idea de preparatoria: una visión de centro deportivo integral, nacido de la experiencia de una joven que creció siendo atleta. Con el tiempo, ese sueño se transformó en un emprendimiento real que abrió sus puertas en noviembre de 2018. Desde entonces, el espacio ha crecido no sólo en número de alumnos, sino también en impacto social y emocional.

El gimnasio ofrece clases de gimnasia artística, danza aérea y escalada, y recientemente comenzó la implementación de aro aéreo. Varios alumnos han participado en competencias estatales y nacionales CONADE sobre todo en la disciplina escalada. Su enfoque es claro: una metodología asertiva y respetuosa, centrada en que cada alumno viva el deporte como una experiencia de autoconocimiento. Aquí se busca formar seres humanos seguros, creativos y resilientes.

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El deporte como oportunidad: más allá del entrenamiento

Uno de los pilares más importantes del proyecto es la participación en competencias estatales y nacionales, particularmente en la disciplina de escalada, donde el equipo ha destacado dentro de la liga ADE. Sin embargo, el objetivo no es únicamente deportivo: se trata de construir caminos. Varios estudiantes han accedido ya a becas universitarias gracias a su desempeño, mostrando que el deporte también puede ser una vía académica y profesional.

Además, este espacio ha servido para romper paradigmas heredados del entrenamiento tradicional. La fundadora, formada bajo métodos más estrictos, decidió transformar esa experiencia en una propuesta más empática. Esto ha requerido no solo un cambio de enfoque con los alumnos, sino también un trabajo personal profundo: cuestionar, desaprender y reestructurar creencias.

Una conexión que transformó su camino emprendedor

Como a muchos otros negocios, la pandemia representó el reto más duro. El cierre temporal puso en pausa las actividades y generó incertidumbre económica.El crecimiento del gimnasio no ha sido casualidad. Una parte clave de su fortalecimiento ha venido gracias a su vínculo con el Centro de Capacitación de Desarrollo Humano y Género, un espacio que impulsa a emprendedoras con herramientas concretas y acompañamiento estratégico. Pero este acercamiento no fue planeado: surgió de manera casi incidental, en una convención.

Durante uno de esos eventos, la fundadora vio un módulo informativo y se animó a acercarse. Habló con la persona encargada, dejó sus datos y, tiempo después, recibió la llamada que marcaría un antes y un después: la invitaron a participar en diversas convocatorias y programas de capacitación diseñados específicamente para mujeres emprendedoras.

Desde entonces, ha participado en varios talleres y asesorías. El más reciente —que justo acaba de concluir— ha sido especialmente significativo, ya que abarcó áreas que muchas veces no se tocan en un emprendimiento deportivo: finanzas, salud emocional, planeación estratégica y mercadotecnia. Esta experiencia no solo ayudó a profesionalizar el negocio, sino que también dio claridad para visualizar y construir nuevos proyectos.

Este tipo de redes, dice la fundadora, son vitales. Y aunque muchas veces las oportunidades existen, hay que tener la iniciativa de acercarse, preguntar, anotar el número, levantar la mano. Así fue como, casi por casualidad, terminó encontrando uno de los apoyos más sólidos en su camino como emprendedora.

Un gimnasio que enseña mucho más que deporte

Este espacio no sólo prepara para el podio. Prepara para la vida. Niñas y niños que entrenan aquí desarrollan fuerza física, también herramientas emocionales para enfrentar retos, frustraciones y miedos. El deporte, practicado desde edades tempranas, deja huellas que pueden transformar la adultez: disciplina, enfoque, trabajo en equipo, autoconfianza.

El gimnasio es también un ejemplo de cómo emprender con propósito puede marcar la diferencia. Aquí, el deporte se vuelve puente: hacia la salud, hacia la educación, hacia los sueños. La filosofía es clara: no basta con abrir un negocio, hay que crear comunidad y dejar huella.

Sí se puede emprender con el corazón y los pies en la tierra

Este gimnasio en Chihuahua es prueba viviente de que la pasión, la preparación y el propósito pueden convivir en un sólo lugar. Nació como un proyecto escolar, creció como un emprendimiento y hoy florece como una red de apoyo para cientos de personas.

En sus muros no sólo hay cuerdas, aros y colchonetas: hay historias, aprendizajes, miedos superados y alas desplegadas. Porque cuando el deporte se enseña con empatía y visión, deja de ser solo ejercicio físico para convertirse en una forma de vida.